COLUMNISTAS
El gran desafio

No hay que negar la realidad

Estos comicios marcaron el fin de una etapa y de una concepción abusiva del poder que tendrá que cambiar de aquí a 2011. Los libros de historia no registrarán el 28 de junio de 2009 como una fecha en la que sólo se eligieron legisladores de una elección de medio término.

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Estos comicios marcaron el fin de una etapa y de una concepción abusiva del poder que tendrá que cambiar de aquí a 2011. Los libros de historia no registrarán el 28 de junio de 2009 como una fecha en la que sólo se eligieron legisladores de una elección de medio término. La política argentina ha empezado a transitar un cambio de paradigma.

La principal lectura es que la gente se cansó de la necedad más grande que puede cometer un gobernante: negar la realidad. Negar la realidad fue el aleteo de mariposa que derivó en la tormenta en la que hoy se encuentra envuelto el matrimonio presidencial. Cuando se intenta ocultar la realidad, tarde o temprano nos topamos con su faceta más cruda y estremecedora.

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La última evidencia palpable de ello es la alarmante situación que estamos viviendo en relación a la gripe A. El fin de la campaña levantó el velo y, misteriosamente, en un país en el que hace una semana el Gobierno decía que no se registraban más de 2 mil casos de contagio, hoy son más de 100 mil. Ocultando los problemas se los agudiza.

El 28 de junio marcó el comienzo de un nuevo ciclo en el que como oposición tendremos un rol fundamental y grandes responsabilidades. Por un lado, garantizar la gobernabilidad, y por otro, instaurar en la política un modelo de debate, consenso y diálogo. El desafío más importante será sentar las bases para democratizar en orden un poder que hasta hoy había sido peligrosamente centralizado.

En mi caso, participé de mi primera elección y para mí fue un hecho trascendental en mi vida y en mi historia; mi abuelo, mi bisabuelo y mi tartarabuelo han sido diputados nacionales por la provincia de Tucumán, y ese honor pude ahora conseguirlo yo también. Ha sido un balance muy positivo, sobre todo porque el equipo que integro ha podido expresar sus propuestas e ideas para la construcción de un espacio de poder que sepa dialogar con las otras fuerzas.

Nosotros llevamos al Congreso Nacional más legisladores que cualquier otra fuerza, incluso en Capital. Pusimos el acento en la estrategia nacional porque en Capital poníamos en juego un solo diputado. Nuestra estrategia fue claramente poder colocar más gente, porque lo nuestro es un acuerdo para que diferentes voces tengan cabida en el Parlamento. Y eso lo logramos. El Acuerdo Cívico y Social se propuso sumar diputados (logramos aumentar 17 en todo el país). Ahora contamos con 76 diputados y 24 senadores, y somos la segunda fuerza a nivel nacional. Y somos una fuerza claramente democrática.

La política tiene una deuda pendiente con la sociedad, y esa deuda es aún mayor ahora que la sociedad ha vuelto a depositar su confianza en la política para cambiar el rumbo del país. Esto representa un gran compromiso para quienes asumamos como diputados y senadores el próximo diciembre. Tendremos que trabajar para garantizar que el Gobierno asuma la realidad, que comience a aceptar los problemas y a tomar medidas necesarias para solucionarlos. Hace rato que los vientos no soplan a favor nuestro, si no hacemos lo que se debe en el momento y en la forma que se debe, no podremos avanzar. Quien utilice estos dos años para especular en armados políticos y shows mediáticos, o en priorizar internas, en lugar de enfocarse en la reconstrucción del país, estará dañando a la política aún más de lo que ya lo hizo este gobierno. La gente necesita respuestas y ya no hay más tiempo que perder.

El espacio está consolidado para poder hacer los cambios pertinentes para que el país pueda salir de la encerrona en que cayó. Todos los errores del pasado vienen a tocar la puerta ahora y desgraciadamente eso significa también vidas humanas. Yo lo dije antes, el dengue es el resultado del mal llamado “modelo”. Ahora, con la gripe A, no tienen idea de cómo hacer frente a la epidemia y nadie da la cara porque otra vez prevalecieron las mentiras. Siempre desde la verdad, y con capacidad y valores, es mucho lo que nuestra bancada podrá hacer para cambiar lo que hay que cambiar y para poder empezar a convencer a todos los argentinos de que todos juntos podemos tener el futuro que soñamos.


*Diputado electo del Acuerdo Cívico y Social.