A partir del fallo de la Corte Suprema de Justicia a favor del Gobierno sobre la Ley de Medios, el presidente del Afsca, Martín Sabbatella, salió orgulloso a decir públicamente que el kirchnerismo era respetuoso de los fallos de la Justicia sobre medios por haber acatado la orden de ese mismo tribunal de publicar en los medios de Editorial Perfil publicidad oficial. También utilizó ese fallo para argumentar que el Gobierno respeta la prescripción de no discriminar con la distribución de la publicidad oficial que es mencionada específicamente también en el fallo de la Ley de Medios.
Como además el presidente de la Corte Suprema en las explicaciones públicas sobre la sentencia de la Ley de Medios puso énfasis en que una cosa es la ley o un fallo y otra su aplicación o ejecución, a partir del martes pasado todas las miradas se posaron sobre cómo fue la ejecución por parte del Gobierno de otro fallo de la Corte Suprema relacionado con medios, que es el que ganó Editorial Perfil hace dos años.
Nuestra experiencia es realmente frustrante: una demanda iniciada a mediados de 2006 logró su definitiva sentencia favorable el 2 de marzo de 2011, tardó cinco años, más o menos el tiempo que llevó la sentencia definitiva de la Ley de Medios. Pero a partir de allí comenzó otro calvario. El Gobierno apeló a todo tipo de maniobras dilatorias para no cumplir el fallo y luego para cumplirlo muy parcialmente.
Primero publicó un aviso minúsculo criticando al propio diario PERFIL e informó a la Justicia que estaba publicando. Hubo que iniciar otra demanda por la aplicación del fallo, que se ganó en primera instancia, el Estado apeló, se ganó en la Cámara, el Estado volvió a apelar y llegó a la Corte Suprema; eso consumió un año más. La Corte le ordenó al juez en primera instancia que obligara al Estado a pasar una propuesta de publicación de largo plazo y por escrito. El Gobierno pasó una propuesta que era infinitesimal, nuevamente el juez la rechazó, el Estado apeló ante la Cámara y nuevamente en segunda instancia se le volvió a dar la razón a Editorial Perfil y ordenó al Estado hacer en el diario PERFIL y en la revista Noticias la misma cantidad de publicidad oficial que realiza en medios análogos: los diarios Página/12 y Tiempo Argentino de los días sábados y domingo más su revista dominical, y en la revista Veintitrés, respectivamente. Vale aclarar que tanto PERFIL como Noticias tienen mayor circulación que los medios oficialistas.
Así llegamos a que el Estado comienza a pautar en Editorial Perfil a partir de marzo de 2013 (dos años después del fallo de la Corte) pero también en cantidades muy diferentes a la de sus “medios análogos” que dispone la sentencia. El cuadro que acompaña esta columna es más que ilustrativo. En los siete meses que van desde abril a octubre, el Gobierno publicó el equivalente a 110 páginas de publicidad en el diario Página/12 durante sus ediciones de sábado y domingo y 352 páginas en las ediciones también de sábado y domingo del diario Tiempo Argentino y su revista dominical 7 Días. Mientras que en los mismos siete meses publicó en PERFIL y su revista Luz sólo 33 páginas.
Cuando estas cantidades de páginas se pasan a tarifas la cifra total invertida por el Gobierno en Página/12 los sábados y domingos fue de $19.649.025 y en el diario Tiempo Argentino más su revista 7 Días fue de $46.397.243, mientras que en PERFIL pautó $ 3.153.086. O sea, en lugar de cumplir la sentencia de la Corte Suprema que ordenaba el trato igualitario con sus medios análogos, el kirchnerismo nos toma el pelo publicando seis veces más en Página/12 y quince veces más en Tiempo Argentino y 7 Días. Puesto de otra manera: en PERFIL sólo publicó el 16% de la publicidad que se hizo en Página/12 los sábados y domingos y apenas 7% de la que se hizo en Tiempo Argentino y su revista, también solo los sábados y domingos. Lo mismo sucede con la revista Noticias, que recibe un aviso por mes contra quince de la revista Veintitrés.
Si así cumplirán la Ley Medios habrá juicios por muchos años que pagará otro gobierno. Por eso PERFIL solicitó demandar penalmente al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y al secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro.
