COLUMNISTAS
asuntos internos

Otro fantasma recorre Europa

default
default | Cedoc

No hace falta insistir sobre la corriente de afecto que a un siglo de las grandes migraciones todavía une a muchos argentinos con Europa: por sus venas sigue corriendo sangre italiana, española, francesa, alemana, austríaca, polaca. Será por eso, tal vez, que se hace cada vez más difícil soportar el evidente retroceso en el que Europa está embarcada en materia de política internacional y derechos humanos. El 18 de octubre pasado fue Angela Merkel quien con frialdad y transparencia germana anunció que la idea de una sociedad multicultural “había fracasado”, refiriéndose a la integración de los inmigrantes en Alemania. De Nicolas Sarkozy y Silvio Berlusconi, tipos bastante menos presentables, las palabras no hubieran sorprendido tanto. Pero la declaración de Merkel lo único que hizo fue poner en evidencia un sentimiento apenas disimulado en países como Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza o España. En tierras de Merkel, por ejemplo, más de la mitad de los nativos suele asegurar que los inmigrantes “son desagradables” y que el país está “superpoblado de extranjeros”.

Pero la xenofobia es apenas uno de los actuales problemas europeos. Las revueltas en el mundo árabe africano (por ahora restringidas a Egipto, Túnez y Libia) agitan otros fantasmas: más que la violencia o el sufrimiento humano, Europa está aterrada (se ve en la TV todo el tiempo, se lee en las revistas) por la inflación, la posible escasez de gas y petróleo y el potencial resurgimiento del terrorismo islámico. Italia importaba hasta hace días casi el 20 por ciento de su energía de Libia (la mayor reserva de petróleo del mundo), y no sabe aún qué hará en el período post Kadafi. Y Berlusconi no era el único que mantenía negocios con los dictadores de Egipto y Libia. En este sentido, el editorial del diario El País (periódico que a pesar de sufrir una profunda crisis financiera sigue siendo el que mejor se deja leer de la lengua castellana) del miércoles pasado es un ejemplo de cómo tomar partido desde un medio de comunicación, asumiendo las culpas de una Europa que sostuvo y apoyó durante tres décadas a sangrientos dictadores y arengando al Parlamento Europeo a definirse, condenar esos regímenes de los cuales era socio y actuar en consecuencia (Fidel Castro, mientras tanto y desde Cuba, fue una de las pocas personas en el mundo que mientras el gobierno libio asesinaba a la población civil en las calles apoyó expresamente a Kadafi; habrá que tener un ojo puesto en la isla, no vaya a ser que este tipo de revueltas se contagien, a través del océano, al Caribe, donde la pobreza es tan profunda y cotidiana como en Egipto).

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Hoy todos sentimos un poco de vergüenza de Europa, en donde tantas veces se critica con desprecio a los Estados Unidos, pero cuya política exterior, en el fondo, no difiere demasiado de la de Barack Obama en Oriente. El mundo no va a ser igual en los próximos años, y los nuevos gobiernos de Africa del norte podrán cobrarse viejas deudas con las potencias europeas e incluso con los Estados Unidos, a través de Israel. Nadie esperaba que dos gobiernos cayeran en apenas dos meses, y nadie sabe qué puede llegar a pasar de ahora en más, pero Europa tiene la posibilidad de comportarse, por una vez, responsablemente. Hasta ahora no dio señales claras de que vaya a hacerlo.
*Desde Suiza.