La pandemia no se detiene, pero en nuestro país parece atravesar una etapa de leve retroceso. En ese escenario, el gobierno argentino enfrenta cuestionamientos por la gestión de la vacunación y otros temas vinculados a lo sanitario. Estas críticas son muy básicas: en muchos casos, son el resultado de la manipulación informativa; en otros, son el producto de atribuir a la administración local problemas originados en la desigualdad existente en la economía global. Para estos sectores críticos el mundo está globalizado, pero todos los problemas son nacionales. Todas las dificultades son gubernamentalizadas.
El director de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, dijo hace un par de semanas que hasta esa fecha habían sido aplicadas 28 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19 en 46 países. Sin embargo, según declaraciones del director para le región Europa de la OMS, Hans Kluge, el 95% de éstas fueron inoculadas en solo diez países. De acuerdo a la web Our World in Data, que se basa en cifras de la Universidad de Oxford, esos países son Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Rusia, Alemania, España y Canadá. Es decir: el avance de este virus planetario no ha modificado el comportamiento de un mundo estructuralmente desigual. Era desigual antes de la pandemia y lo continúa siendo ahora.
En una nota aparecida en el Financial Times se afirma que “una vez más en muchos países se profundizará el ya excesivo nivel de desigualdad. Los segmentos desfavorecidos de la sociedad sufren mucho más las consecuencias de la mutación del virus”.
El virus global genera una necesidad global de vacunas. Pero hay una demanda concentrada en el tiempo y una producción diferida. En ese contexto, los países con mayor poder económico se apropian de las primeras remesas de este bien escaso. ¿Qué hizo el gobierno argentino en ese mundo desigual? Diversificó negociaciones con todos los productores de vacunas para contar con dosis suficientes en el menor tiempo posible.
En esa perspectiva, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) valoró las políticas implementadas en México y Argentina para el acceso y distribución de la vacuna contra el Covid-19. La secretaria ejecutiva de este organismo, Alicia Bárcena, afirmó: “Quiero reconocer el liderazgo de México y de Argentina, no solamente para allegarse de las vacunas ellos mismos, sino también para ayudar a toda la región en la producción de 150 millones de vacunas para todos los países de la región. Yo creo que esto es un ejercicio de integración regional que debemos profundizar”.
Entonces, por supuesto que hay problemas. ¿Cómo no los va a haber si atravesamos una crisis sanitaria que involucra a todos los países del mundo? Pero esos problemas dependen de la perspectiva desde donde los miremos. Si lo que buscamos es encontrar problemas por supuesto que los encontraremos. Pero si lo que buscamos son las políticas con las que el Gobierno los va resolviendo también las hallaremos.
Si se observan los resultados globales, la Argentina viene llevando adelante una adecuada gestión de las medidas contra la pandemia. El Gobierno nunca dijo que con sus políticas no iba a haber argentinos y argentinas alcanzados por el virus. Lo que dijo es que iba a haber una infraestructura hospitalaria fortalecida de tal modo que no hubiera una cantidad de casos superior a la capacidad de atenderlos. Mientras, entre el 21 y el 24 de enero se prevé el arribo al país de un millón de vacunas Sputnik V, cantidad que se repetirá en las semanas siguientes hasta alcanzar las cifras acordadas en los contratos respectivos. Ello sucede en un escenario donde la Anmat autorizó su uso en mayores de 60 años, lo que permite avanzar en la vacunación de la población de riesgo. También podría adelantarse la provisión de la vacuna Oxford-AstraZeneca mientras, además, se sigue negociando con laboratorios de otros países.
El Gobierno hace lo que dijo que iba a hacer: en medio de dificultades crecientes está poniendo a la Argentina de pie.
*Diputado nacional por el Frente de Todos y presidente del Partido Solidario.