Continúa de ayer: “Qué se vota en octubre (I) | ¿No vendrán inversiones por culpa de Cristina?”
Volvió la política. Desde el Gobierno saben que las encuestas que dan primera a Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires no son sólo operaciones de prensa. Coinciden con los números y pronósticos de Massa: Cristina puede ganar las PASO y perder las elecciones de octubre. Las PASO ya no como internas sino como una primera vuelta, hacen a la elección algo más parecido a un ballottage. Y allí los votos de Randazzo en las PASO podrían irse a Cambiemos, cree el Gobierno, o al Frente Renovador, cree Massa. Ambos cuentan con el apoyo de Clarín, que querría que Cristina saliera tercera para que no tuviera fueros y fuera presa, por lo que apoyaría primero a Randazzo y luego a Massa.
En el Frente Renovador ruegan que la economía no empeore ni mejore. Si empeora, aumentarían los votos de Cristina; si mejora, los de Cambiemos. Los massistas creen tener las mejores credenciales económicas por la historia de éxito de Lavagna y las continuas propuestas para bajar precios y aumentar la capacidad de compra de la población. Desde Cambiemos sostienen lo contrario: que Massa perdió aprobación y credibilidad cuando al tratar de impulsar por ley la baja del impuesto a las ganancias, se alió en el Congreso con el kirchnerismo. Massa se vacunó de antikirchnerismo con Margarita Stolbizer que, estoica, lo acompaña como segunda candidata a senadora sabiendo que sus posibilidades de ser electa son mínimas al entrar sólo un senador por la minoría, Massa, en ese caso. Dicen que el consultor peruano-norteamericano Sergio Bendixen, fallecido hace un mes, le decía a Massa: “Rezá por que Cristina sea candidata”. Si la ex presidenta no hubiera competido en la Provincia, Massa habría dudado de presentar su candidatura corriendo el riesgo de perder visibilidad hacia 2019.
Bendixen le dijo a Massa: "Rezá por que Cristina sea candidata", y que la economía no mejore ni empeore
Estas elecciones de octubre son la interna presidencial de 2019 del panperonismo. Los gobernadores peronistas del interior precisan encontrar su aliado bonaerense para competir contra la reelección de Macri. Si Cristina Kirchner no se hubiera presentado para este octubre y Randazzo hubiese ganado unas PASO contra candidatos K como Verónica Magario o Scioli, el peronismo del interior habría juntado fuerzas con Randazzo. Algo que todavía podría suceder si Randazzo hiciera una –hoy– inesperada elección perdiendo con Cristina pero acercándose al porcentaje que obtuviera Massa. En cambio, si Massa duplicara a Randazzo, la fusión entre el Frente Renovador y el PJ de los gobernadores del interior sería el escenario más lógico. Cuando Massa hizo su alianza con Stolbizer, una ostensible antiperonista, la posibilidad de su regreso al peronismo pareció quedar definitivamente cancelada. Pero de no ser Stolbizer electa en octubre, ese “escollo” podría quedar en el olvido.
Massa sueña con un resultado electoral en octubre cercano al tercio, donde si no llegara a ser electo senador quedara muy cerca de Cristina y Cambiemos, las dos “C”. Otra letra, la “U”, podrá marcar el futuro político de Massa. Que le suceda lo mismo que al cultor de la diagonalidad política en Chile, Marco Enríquez-Ominami, quien después de haber logrado con un nuevo partido el 20% de los votos en las elecciones presidenciales entre la derecha de Piñera y la Concertación, su carrera presidencial parece desinflarse para siempre; o parecerse al ejemplo opuesto, el de Emmanuel Macron con su partido de centro en Francia, y que le aparezca a Massa la oportunidad de ser él quien le compita a Macri cuando busque su reelección en 2019. Si el sentimiento anti K del 60% de la población no se diluyera, Cristina Kirchner, aun siendo electa senadora en 2017, no lograse más que representar el ala izquierda del peronismo y la economía de Macri en 2018 no repuntara lo suficiente, podría Massa aspirar a ser quien coseche los votos tanto de los desencantados de Cambiemos como del kirchnerismo.
Gastan a Randazzo porque la TV prefirió transmitir la receptora de un mono que su conferencia de prensa
En 2015 esta columna publicó un gráfico adaptando a la política la “U” de Michael Porter, el célebre profesor de estrategia y competitividad de Harvard, que explicó mejor que nadie los riesgos de un posicionamiento híbrido de cualquier oferta. Massa sueña con dar vuelta esa “U” para 2019 y romper la polarización. Pero primero tendrá que sobrevivir 2017 y demostrar que no se trata de otra utopía.
Volvió la política porque todos sueñan con ganar este octubre su pasaje a 2019: Macri para ser reelecto, Cristina para volver a ser presidenta, Massa para competirles, Randazzo para emerger. Y todos tienen posibilidades de cumplir su sueño. Mientras tanto, la economía sufre el estrés de tantas alternativas retroalimentando, con su éxito o fracaso, la política.