La presentación del límite exterior de la plataforma continental efectuada por la República Argentina ante el secretario general de las Naciones Unidas el 21 de abril último es un paradigma de la conjunción entre una política de Estado con una diplomacia profesional. La Argentina fue pionera en la reclamación de los derechos del Estado costero sobre sus espacios marítimos.
Ya en 1944, nuestro país reivindicó el “mar epicontinental” y el “zócalo continental”. Luego de dos conferencias que habían abordado aspectos parciales del derecho del mar (1958 y 1960), las Naciones Unidas convocaron a la Tercera Conferencia sobre el Derecho del Mar. La conferencia duró 9 años, y tuvo como resultado una convención (Convemar) que regula todos los usos del mar. Actualmente, lo conseguido se da por atesorado y no suele valorarse el esfuerzo diplomático que implicó tan larga y especializada negociación.
Como resultado de ella, se logró reservar la pesca a buques argentinos en las 200 millas, la jurisdicción nacional sobre la investigación científica en el mar y la soberanía sobre los recursos de la plataforma continental, entre otros logros, resultando la Argentina uno de los grandes “ganadores” de esta negociación.
En cuanto a la plataforma continental, la Convemar consagró el principio de que cuando este espacio marítimo supera geológicamente las 200 millas de la costa, el Estado costero tiene derecho a extenderse más allá de ese límite.
Para lograr este resultado, fue necesario vencer la resistencia de países numerosos –y muchos de ellos poderosos– que querían limitar los derechos del Estado ribereño a las 200 millas. La negociación estuvo a cargo de diplomáticos profesionales y expertos que, a través de los años, supieron defender políticas de Estado que se mantuvieron a pesar de los avatares de la política interna.
Luego de la adopción de la Convemar, en 1986 la Argentina fijó los límites de sus espacios marítimos conforme a esta convención: Mar Territorial (12 millas), Zona Contigua (24 millas) y Zona Económica Exclusiva (200 millas).
La plataforma continental, por extenderse más allá de las 200 millas, requería un trabajo científico y técnico muy detallado, y de una amplitud geográfica notable, debido a la extensión del litoral marítimo argentino. A tal fin, en 1997 se creó, presidida por la Cancillería, la Comisión Nacional para el Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA). También integran la COPLA los ministerios de Economía y Defensa. Durante más de 10 años, la COPLA trabajó incansablemente para presentar un límite con asidero científico y técnico que permite dar certidumbre a la extensión de los derechos de soberanía de la Argentina sobre los recursos del lecho y subsuelo del mar, una extensión que supera 1.700.000 km2.
La Convemar creó tres instituciones: en las tres estamos presentes. Desde 1996, nuestro país ha sido miembro del Consejo de la Autoridad de los Fondos Marinos.
También en ese año comenzó sus funciones el Tribunal de Derecho del Mar y un argentino es, desde su inicio, uno de sus jueces. Desde su establecimiento, en 1997, otro argentino es miembro de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU, órgano que considerará la documentación relativa a la plataforma continental argentina.
Esta presentación representa, entonces, un momento culminante en el afianzamiento de nuestros derechos sobre los espacios marítimos argentinos, y es el corolario de una política invariable en derecho del mar que comenzó hace muchas décadas y fue sostenida –y continúa siéndolo– por generaciones de diplomáticos de carrera y técnicos que hacen una especialización del mantenimiento de los intereses de la Argentina en el mar.
*Embajador. Presidente de la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación.