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PANORAMA / PROVINCIA

Principio invertido

Obispos bonaerenses suman y restan para un frente con el PJ ante Vidal por la situación social.

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LAS VUELTAS DE LA POLITICA Martín Insaurralde | DIBUJO: PABLO TEMES

Al peronismo lo desconcierta que desde Cambiemos se invierta el principio clásico de cualquier negociación política: palabras exasperadas en público como preámbulo a una negociación en privado. El oficialismo procede exactamente al revés. Una especial atención a los modales en la puesta en escena para permitirse un trato más rudo en la intimidad del diálogo. De allí la sorpresa de los intendentes del Conurbano a la negativa de María Eugenia Vidal para analizar con ellos la situación social y económica.
Tal vez porque se trate de la primera vez que apeló a un gesto de autoridad para marcar que la alianza legislativa con ellos no la obliga a compartir el ejercicio del poder para el que fue elegida. El mensaje surtió más efecto del esperado.  Jorge Vázquez y Fernando Maletti llegaron ayer a la reunión con la gobernadora sin el frente de unidad que imaginaron entre los intendentes de la Primera y Tercera Sección Electoral.
La ausencia de Gustavo Menéndez y de Martín Insaurralde representa bastante más que negar a la estadística una asistencia casi perfecta al encuentro del día 19 entre esos jefes comunales con los obispos de Morón, Merlo y el titular de la comisión Pastoral Social, Jorge Lugones. Podría suponer la primera crisis de la fe depositada por los intendentes de Merlo y Lomas de Zamora en la mediación solicitada con Vidal a la Iglesia para lograr que decrete la emergencia social y alimentaria.  
Lugones hizo trascender a Menéndez e Insaurralde el malestar por esa inasistencia. Es lógico: si fuese el síntoma de un retaceo prolongado en el tiempo complicaría el plan de orientar al peronismo bonaerense. Al menos en el plano que más le interesa. El de la espiritualidad, que percibiría casi tan contraída como la actividad económica por efecto de la reciente devaluación. La comparación es lícita.
Especialmente, porque esa estrategia depende de una variable fuera de su control y que no explica cómo abordar la economía social de mercado a la que suscribe el ala dura del Obispado compuesta por esta tríada: el liderazgo reconocido a Menéndez sobre el resto de sus pares en la región norte del Gran Buenos Aires y a Insaurralde en los del sur.
Algo que no está del todo claro que pueda garantizar Fernando Gray desde diciembre, cuando  suceda a Menéndez en la titularidad del PJ bonaerense. El intendente de Esteban Echeverría podría sintetizar la expectativa eclesiástica de esa nueva religiosidad. Mantiene diálogo abierto con esos tres prelados: salvoconducto para un discreto pero fluido contacto con Francisco a quien visita con sigilo en el Vaticano.

Reconciliación. El municipio que gobierna fue sede en abril del Quinto Congreso Antimafia promovido por el Papa y con el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, Gustavo Vera y Hugo Moyano entre los expositores. La presencia del camionero en ese tipo de encuentros es toda una curiosidad, no solo por estar sospechado de las prácticas que el cónclave propone combatir.
Apenas Gray ganó las elecciones en 2007, Pablo Moyano desató una huelga por salarios adeudados a recolectores frente a las oficinas de gobierno donde disertó su padre. La protesta incluyó la quema de residuos durante una semana.
También allegado al Papa, Menéndez trabaja en la reconciliación de Pablo Moyano con Gray: después de Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) el intendente más cristinista. Además del Papa, otra afinidad con Juan Grabois. El titular de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Cetep) es otra de las sensibles preocupaciones que atiende Gray, particularmente afectado por su fugaz detención por resistir la autoridad policial.
 Los obispos sorprendieron a los intendentes con una inusual propuesta. Que añadan  la promoción del optimismo a la ayuda social que distribuyen. Una coincidencia con el discurso de  bienvenida a Felipe Solá de Fernando “Chino” Navarro, que lo recibió en la sede del PJ  de Lomas de Zamora el 13 de septiembre.
El jefe del Movimiento Evita tiene una estrecha relación con Lugones. Tal vez por eso los intendentes resolvieron atenuar con los obispos el más controvertido de los reclamos a Vidal, planteados el 6 de septiembre a Joaquín de la Torre y Santiago López Medrano: concentrar la distribución de alimentos que efectúan las organizaciones sociales. Es un punto que llamó la atención de los ministros de Gobierno y Desarrollo Social. En particular por la falta de antecedentes de un pedido similar en el kirchnerismo.              
Insaurralde aprovechó el acto con Solá y Navarro para expresar inquietud por el tenso clima social. Fue la última aparición pública del intendente antes de emprender licencia por una semana. Es el argumento de sus voceros para justificar la ausencia en la Conferencia Episcopal. No alcanza para convencer a los obispos: insisten en que su firma acompaña las del resto en la nota de solicitud de audiencia. Es lo que da valor a una suspicacia. La dificultad creciente de Insaurralde, pero también de Menéndez para conservar equidistancia de Vidal y Cristina. Dos núcleos duros en intención de voto, ajenos a la significativa masa indiferente de electores en la provincia de Buenos Aires. Tal vez como la primera admisión implícita de las dificultades que comienzan a acarrear las causas judiciales a la ex presidenta, desde La Cámpora se muestran comprensivos con la cercanía de los intendentes con el gobierno bonaerense.
Desde La Plata eluden inmiscuirse en el asunto para desalentar alguna interpretación maliciosa acerca de la intervención de alguna dependencia o funcionario, en condiciones de modificar la aparente intención original de los intendentes. Sí advierten en ellos una actitud más obstruccionista que combativa, en lo que estiman un intento de aprovechar las dificultades del oficialismo para contener la inflación y el dólar. Algo que parece haberse modificado en las últimas horas. Hará falta más para confirmar si Cambiemos insiste en  negociar hacia adelante con un principio invertido.