COLUMNISTAS
Defensora de Género

Recortes, agravios y crueldad frente al género

16_06_2024_milei_cedoc_g
Desprecio. Funcionarios en el Gobierno comparten su rechazo con las políticas de género. | cedoc

El gobierno de Javier Milei desde la campaña expresó su desprecio por el género y las políticas relativas a mujeres, niñas, adolescentes y personas no binarias. Nunca dijo que su gobierno las iba a respetar. Como muchas otras promesas de campaña que no se cumplieron o se postergan, pero que se usan para entusiasmar a los seguidores que reclaman estas promesas destructivas y que festejan su enunciación porque no siempre son más que eso. Con las políticas de género, hombres y mujeres con funciones en el Gobierno comparten su rechazo e incluso necesidad de mostrar desprecio. Algo evidente cuando el 8 de marzo “el Jefe” bajó los cuadros de mujeres que hicieron historia del Salón de las Mujeres en Presidencia y colgó la de hombres de dudosa importancia. Elegir el día que se dedica a celebrar la lucha de las mujeres para hacer esto fue una muestra de sadismo de una mujer, que se jactó y expresó su desprecio a los millones de mujeres del país. Antes la desaparición del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, del que solo dejaron en pie en el Ministerio de Capital Humano la Subsecretaría de Violencia, que cubrieron dos meses después y nunca aprobaron una mínima estructura. Esto culminó con el traspaso al Ministerio de Justicia, con la de-saparición del área absorbida por la Secretaría de DD.HH. y reducida a cien personas, echaron a quinientas. La funcionaria a cargo fue notificada por WhatsApp de la desaparición y, obviamente, renunció. Mientras el secretario de DD.HH. decía que no la habían echado, que las funciones fueron absorbidas por su secretaría, el vocero presidencial anunciaba el cierre definitivo del ministerio y el cese de todas las acciones celebrando que el Presidente cumplió su promesa, aduciendo superposición de funciones y excesivo costo. La canciller saludaba el cierre y el Presidente, en una entrevista a una revista internacional, se jactaba de ser el “topo” que se metió en el Gobierno para destruirlo desde adentro. Decir todo esto parece algo tan increíble e insólito: un Presidente que tiene el objetivo de acabar la esencia de su función y que lo dice como si fuera una hazaña de la cual está orgulloso. Mientras el Gobierno atraviesa una crisis por la denuncia de la megaministra de Capital Humano por no distribuir una cantidad de alimentos a punto de vencer, que a su vez responsabiliza y echa al principal secretario que ella designó y lo denuncia por fraude por contrato de personal a través de un organismo internacional al que el ministerio le traspasó el dinero para esas contrataciones. En medio de esto la renuncia del jefe de Gabinete, un amigo del Presidente al que le retira la confianza y echa sin hablar con él. La realidad es que es un gobierno que a seis meses no termina de nombrar todos los funcionarios y que de los que nombró tiene una alta tasa de renuncias y despidos. Esto y el crecimiento de los discursos de odio que traen violencia e inseguridad frente a un crecimiento desmedido de la pobreza que afecta a los que tienen trabajo estable, son muestras de la improvisación de quien llega al Gobierno sin tener una estructura política, que es la que permite tener las personas formadas que pueden asumir funciones de gobierno. Con la motosierra en la campaña y luego la licuadora en el Gobierno se jacta de gobernar, en realidad, está castigando a la gente, porque la casta no es castigada; al contrario, son los jubilados, las mujeres y niños, los maestros y docentes, las empresas chicas y medianas, es decir la mayoría de la población que hace el país. Por ende, lo que está destruyendo es el país. Esto no implica que quienes lo precedieron no tienen responsabilidad, pero a ellos no los afecta. La solución tampoco es que se vayan todos, ni volver al pasado reciente. La clave será poder construir algo superador y respetuoso de los derechos de toda la ciudadanía. Por ahora es difícil, pero en general de las crisis surgen nuevas posibilidades, ahí está nuestra esperanza.