COLUMNISTAS

Respuesta a Clarín

Jorge Fontevecchia responde las acusaciones vertidas en una nota que publicó ese matutino.

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Las ordalías eran pruebas que debían atravesar los acusados para demostrar su inocencia. Se las usaba en la antigüedad como una forma de juicio divino. En la Biblia se menciona a las “aguas oscuras” que eran venenos preparados por los sacerdotes que los sospechosos debían beber: los que sobrevivían se suponía eran inocentes, el resto eran los culpables que “habían” merecido su justo castigo. El fuego fue una fuente de inspiración para todo tipo de ordalías: caminar sobre brasas, atravesar hogueras o sostener con las manos un hierro incandescente. De allí viene la frase “poner las manos en el fuego” por alguien como sinónimo de creer su verdad. Detrás de todas las ordalías estaba la idea de Dios como juez inapelable: ¿quién sino él podía salvar a una persona del veneno o el fuego?

En la actualidad, el dios del juicio ordálico moderno es la opinión pública. Si un acusado atraviesa las pruebas del escarnio más o menos airoso y sobrevive sin grandes amputaciones, será inocente. Por el contrario, la extinción de su presencia en la escena pública, su muerte simbólica, indicará que era culpable.

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La revista NOTICIAS ha tenido que sortear muchas de estas pruebas en sus dos décadas de existencia pero su liderazgo sostenido es la mejor demostración de inocencia a las innumerables acusaciones que injustamente recibió. Estas acusaciones recrudecen al comienzo de cada ciclo político y a su fin, cuando las aguas bajan turbulentas. Aunque sea repetido vale recordar que mientras Clarín aplaudía al menemismo en sus primeros años, sólo NOTICIAS –con la única compañía del diario Página/12– criticaba a Menem desde 1989. Al fin del menemato cuando Editorial Perfil criticó a De la Rúa, candidato de la Alianza, quien por entonces contaba con un gran apoyo popular, desde el diario Clarín se acusó a NOTICIAS de menemista.

La historia vuelve a repetirse ahora. Mientras el diario Clarín aplaudió a Kirchner sostenidamente durante sus primeros cinco años, sólo NOTICIAS criticó al kirchnerismo desde su inicio, ya sin la compañía del diario Página/12. Y ahora que nuevamente el diario Clarín decide pasarse a la oposición al final de otro ciclo, vuelve a tener la desvergüenza de acusar a NOTICIAS de oficialista. En la edición del viernes 22 de enero, con la firma de Facundo Landívar, el diario Clarín publicó como su principal nota de Medios la que tituló “Las llamativas coincidencias de Noticias y Miradas al Sur”. El copete de la nota decía “La revista de Perfil y el medio oficial con el mismo enfoque y las denuncias de complot”. Ya desde el inicio se destacó la palabra Perfil, sin embargo en la misma sección de Medios del viernes anterior Clarín había publicado una amplia nota sobre la publicidad oficial y los beneficios de los medios agraciados con ella y los padecimientos de los castigados, sin citar la palabra Perfil.

La nota de Clarín comenzó diciendo: “No son tiempos fáciles estos para las empresas de medios en la Argentina. Ni para los independientes, ni para los que abandonan todo tipo de pretensión de hacer un periodismo objetivo y se abrazan a las posturas oficiales, como si de ello dependiese, y es verdad que depende, su propia supervivencia. Pero si no es fácil para independientes ni oficialistas, tampoco lo es para los que ahora, para diferenciarse, ensayan un nuevo estilo, donde arremeten contra los medios informativos usando como escudo la independencia, pero repitiendo casi calcadamente los argumentos del oficialismo, disfrazado, eso sí, de una pretendida asepsia periodística”.

Resulta interesante la clasificación del periodismo por parte de Clarín; están los oficialistas, los independientes que son ellos mismos, y los que como NOTICIAS no son ni oficialistas ni independientes. Pero, ¿podría existir algo en medio de lo oficialista y lo independiente? ¿No será que NOTICIAS es la independiente? ¿Y que Clarín se estará transformando en algo diferente a un medio, en una especie de corporación política adversaria a la del Gobierno?

Continuaba la nota de Clarín diciendo: “Esto quedó en evidencia el fin de semana último, cuando coincidieron los semanarios NOTICIAS, de Editorial Perfil –de Jorge Fontevecchia– y Miradas al Sur, del ultrakirchnerista Sergio Szpolski. Los dos medios, con diferencias sutiles y hasta ahora parados en las antípodas sobre cómo llevar adelante un trabajo profesional en el periodismo, denunciaron el mismo complot contra la Presidenta, urdido, según ellos, desde la Vicepresidencia de la Nación, el Banco Central y este diario. Y hasta coincidieron en publicar esos artículos con fotos de las tres mismas personas.”

Entre colegas es conocido que Clarín utiliza el ninguneo como su principal forma de castigo. Como dicen los chicos: “no existís” es su manera de descalificar. Resulta curioso, entonces, ver por segunda vez mencionada la palabra Perfil en una nota sobre NOTICIAS mientras que en el artículo sobre la publicidad oficial de la semana anterior la palabra Perfil brilló por su ausencia cuando es la principal protagonista de la historia. Los lectores de NOTICIAS saben que su revista no acusó a Redrado, Cobos y Clarín de golpistas sino de oportunistas, de haber aprovechado la pésima imagen de los Kirchner para practicar el buen negocio de pegarle a Cristina ahora que nadie la quiere.

Y sigue Clarín diciendo: “Si bien lanzar acusaciones amparados en difusas fuentes oficiales es ya un lugar común en los medios oficiales, no dejó de llamar la atención semejante cambio en un medio que hasta presentó varias denuncias públicas acusando al Gobierno de discriminarlo en la pauta publicitaria oficial. Como se dijo, para los medios independientes, las cosas no son fáciles. Al bloqueo absoluto de las fuentes informativas del oficialismo, se le suma la amenaza del castigo para quien ose romper el corralito informativo y se asume como complot cualquier noticia que no sea la que se esperaba. Para los oficialistas tampoco es fácil: justificar la mera existencia de un multimedios en los subsidios regalados desde el Estado, por el fracaso en conseguir lectores, caudal publicitario legítimo o audiencia propia, tampoco es el paraíso para ninguna empresa periodística que se catalogue de tal. Sólo basta ver como ejemplo el grupo multimedial ultrakirchnerista del empresario Szpolski que, como publicó Clarín, recibe una profusa inyección de fondos estatales a través de la pauta oficial, que está muy lejos de tener un correlato en circulación o rating. Si no fuese por su manifiesta adhesión al credo kirchnerista, vería peligrar su propia existencia, ya que ninguno de los medios de ese grupo resulta rentable por la falta de atractivos para lectores y/o anunciantes”.

¿Por qué recién ahora Clarín descubre que existe discriminación con la pauta oficial cuando NOTICIAS presentó una demanda ante la Justicia a comienzos del 2006?  También desde hace cuatro años NOTICIAS viene denunciando los medios de Szploski por financiarse con fondos públicos. ¿Por qué se dan cuenta ahora y no denunciaron nada? ¿Porque eran ellos mismos los beneficiados del favor oficial? ¿No será al revés? ¿No será que NOTICIAS no necesita recibir o dejar de recibir pauta oficial para criticar o dejar de criticar lo que crea que corresponde? ¿No será eso lo que le sorprende a Clarín porque desde su perspectiva resultan inimaginables acciones que no persigan un beneficio?

Y concluye la nota de Clarín diciendo: “Finalmente, el tercer grupo también está complicado. No debe ser fácil proclamarse independiente o perseguido porque el Gobierno no era generoso en distribuirle publicidad oficial y ahora arremeter contra quien publica alguna investigación que molesta al matrimonio Kirchner. Ni asegurar, como dijo NOTICIAS en su última edición –en la que coincidió con Miradas al Sur–, que una crítica a la Casa Rosada es parte de una operación consensuada entre políticos opositores, banqueros en apuros y grupos de medios. Casualmente, o no, el mismo discurso del oficialismo, como se vio el fin de semana. Para este último grupo, diferenciarse, aunque eso signifique llamarse independiente y publicar argumentos oficiales, parece ser el negocio. Como se dijo, no parecen ser estos tiempos fáciles para los medios en Argentina.”

Se vuelve con la idea de un “tercer grupo” entre los medios que “ni son oficialistas, ni independientes”, construcción que al estar mal concebida en su génesis deja en evidencia su falacia argumentativa. La polaridad es oficialismo-oposición y entre ambos está lo independiente. Al no asumirse hoy Clarín como oposición, de la misma forma que tampoco reconoció haber sido oficialista hasta hace poco, reproduce el comportamiento de esas personas o partidos de derecha que para disimular se llaman a ellos mismos de centro porque la izquierda es más aceptada. Es tan infundada la acusación de Clarín, que el diario oficialista Página/12 en su edición del mismo viernes 22, con la firma de Marta Dillon, criticó la misma nota de tapa de NOTICIAS por el opuesto diciendo: “La imagen, por supuesto, se complementa con una nota en la que la Presidenta grita, se sale de quicio, pelea con su marido y se encabrita porque siente que la tratan de boluda”. Paralelamente, el programa hiperoficialista “6, 7, 8” de Canal 7 denunció que la tapa de NOTICIAS sobre Cristina era parte de la “Operación desánimo” con la que la oposición quiere desgastar la figura presidencial.

Epílogo. Es normal  que las personas imaginen el proceder de los demás a partir del propio comportamiento. La vara con la que se mide siempre es la propia y la de Clarín es variable y cambia con la rapidez de sus conveniencias. Una pequeña muestra de esas diferentes formas de comportarse se observa en la nota de hace unas semanas donde Clarín anunció que la Presidenta invitaba a cenar en Olivos a los principales empresarios argentinos –según tituló– con el objetivo de “quebrar el frente empresario”. La foto que ilustraba la nota de Clarín, al tratarse de un anuncio de algo que iba a suceder, obviamente tuvo que ser de archivo, en este caso de una cena en la que se ve a empresarios que en años anteriores ya habían estado en reuniones similares y que esta vez volverían a concurrir a Olivos. Pero de la foto original, Clarín cortó a Héctor Magnetto, partícipe habitual hasta no hace tanto tiempo de ese tipo de reuniones con la Presidenta.

Días antes de la comida de diciembre pasado, el jefe de Gabinete llamó para transmitir el “especial pedido de la Presidenta” para que yo concurra, imagino que no para quebrar el frente empresario sino el de los medios verdaderamente independientes. Mi comportamiento fue diferente al de Héctor Magnetto, quien sí concurrió todos los años anteriores a estas cenas, y decliné la invitación. Puede quedarse tranquilo Clarín: NOTICIAS seguirá siendo crítica de este Gobierno y de todos los que continúen, como lo fue de los que lo precedieron. Y me gustaría mucho que en el futuro Clarín se comportara de la misma manera.