El Covid-19 amenaza al Conurbano. Tal vez como a ningún otro. A la cantidad de casos y de decesos que se conocen se suma la delicada situación económica y social desprendida de la crisis que marca la propia pandemia. Al mismo tiempo, las desigualdades se hacen más evidentes y cumplir la cuarentena no es igual para los sectores medios que para aquellos que viven en barrios más postergados.
El caso de Lanús no es diferente al del resto de los municipios de la Provincia. Contamos con una población de medio millón de personas y un 40% reside en barrios populares. Por eso, siempre, pero hoy más que nunca, la asistencia y la contención de los vecinos son una prioridad absoluta.
Los que tenemos responsabilidades políticas estamos abocados en forma total a esta coyuntura. Hacer partidismo frente a este contexto sería desconocer nuestro compromiso con la ciudadanía. No tenemos ninguna duda: estamos alineados con las decisiones tomadas por el presidente Alberto Fernández y el equipo que encabeza. En momentos como este no existen banderas políticas, sino obligaciones con las que cumplir.
Desde el municipio, con la decisión política de Néstor Grindetti, entendimos que la manera de afrontar esta situación era a través de un abordaje territorial múltiple, donde lo sanitario es el eje principal, pero sin descuidar factores sociales y situaciones relacionadas con la seguridad de los vecinos.
A partir de la declaración de la pandemia, equipamos ocho clubes barriales con camas para cubrir las necesidades de enfermos leves y les asignamos el personal necesario para funcionar en forma óptima. Además, montamos dos hospitales de campaña en las zonas más humildes de Lanús con todo el equipamiento requerido para desarrollar sus tareas.
En estos barrios, además, el confinamiento se hace más difícil, porque nos enfrentamos con casos de hacinamiento y la necesidad urgente de salir a trabajar. Cuando la economía es de subsistencia, los esfuerzos del Estado pueden parecer insuficientes y hay que comprender y acompañar esas realidades.
Después de un diagnóstico profundo de las distintas situaciones que conviven en nuestra realidad, dimos un refuerzo alimentario a todos los barrios afectados por la crisis, acompañados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que nos hizo beneficiarios del primer fondo rotativo de 10 millones de pesos para adquirir insumos y asistir a aquellas familias que dependen de trabajos informales. Nuestra prioridad es que puedan quedarse en sus hogares.
Por otro lado, también advertimos que era necesario fortalecer los controles. Con la ayuda del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires logramos establecer un dispositivo eficiente y centralizado. Tanto las fuerzas provinciales como la policía local y seguridad ciudadana, trabajamos de manera unificada y con un único comando que nos permite abarcar las urgencias de todo el territorio de Lanús.
La lucha contra el Covid-19 es minuto a minuto, y en Lanús confiamos en que trabajando todos juntos y dejando de lado intereses partidarios vamos a poder hacerle frente a esta situación. El timón lo tiene el Presidente. Nosotros, desde este lugar y con las responsabilidades que asumimos, vamos a trabajar codo a codo para mejorarles la vida a nuestros vecinos.
Esta pandemia cambió la forma en la que vivimos, en la que nos relacionamos con nuestros seres queridos y la forma en la que hacemos política. Estamos ante uno de los desafíos más grandes de nuestras historias personales y profesionales. Pero también estamos convencidos de que juntos y en el territorio podemos superar cualquier situación que se nos presente.
*Jefe de Gabinete a cargo del área de Seguridad del Municipio de Lanús.