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Secar o iluminar

En el fondo se trata siempre un poco de lo mismo. ¿Será nomás en el campo donde se funda la Patria? ¿Será el campo el que la funda, y tras fundarla la nutre? Un mito semejante se promueve a menudo desde el mundo del rigor militar: se dice que son las Armas de la Patria las que fundaron la Patria, que son su ejército y son sus soldados los que le dieron el ser.

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En el fondo se trata siempre un poco de lo mismo. ¿Será nomás en el campo donde se funda la Patria? ¿Será el campo el que la funda, y tras fundarla la nutre? Un mito semejante se promueve a menudo desde el mundo del rigor militar: se dice que son las Armas de la Patria las que fundaron la Patria, que son su ejército y son sus soldados los que le dieron el ser. Sólo que la constancia insobornable en la acción rastrera y criminal, cuando no en la empresa meramente idiota, junto con la tan cuestionable costumbre de nuestra fuerza de apuntar las armas en contra de la propia población, dañaron esta creencia hasta hacerla insostenible. La milicia no, pero ¿ y el campo? La pampa gaucha, el campo nuestro, ese limbo llano del ganado y de las mieses, ¿todo eso queda en pie? ¿Queda en pie incluso sin gauchos, o a pesar de que el campo no es nuestro, queda en pie si en vez de ganado y mieses es la soja la que inspira las odas del siglo?
No faltan quienes sostienen que a la Patria la fundaron en cambio algunos de sus mejores escritores. Románticas y todo, no dudaron esas plumas en recelar del destino campero. Pujaron por la industria y por el progreso de las ciudades, y a la quietud perdurable de la planicie en sosiego opusieron la movilidad del ferrocarril y la navegación de los ríos. O concibieron el horror en un cuadro colorido pero siniestro: un poco de campo derramándose sobre la ciudad, en un borde de Barracas.
¿Secan el seso estas lecturas, o iluminan el presente? Porque en el presente, antes que en las vías ferreas o en las aguas navegables, el principio de movilidad anida en los camioneros liderados por Moyano y por Moyano Jr., con sus choferes tiradores y sus tesorerías en disputa. Y la ciudad se inunda, sí, pero desde abajo y no desde el sur.