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Asuntos internos

Sin lija y sin barniz

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“La vida se abre camino”, decía el Dr. Ian Malcolm en Jurassic Park; la literatura también. Ocasionalmente una obra secreta u olvidada ve la luz, y eso hace que la versión literaria de la máxima de Malcolm resulte verdadera. O al menos eso es lo que periódicamente el hallazgo de un libro que se creía perdido para siempre quiere hacernos creer.

 Romance in Marseille, de Claude McKay, es una novela que acaba de ser publicada en Estados Unidos y de la que se está hablando mucho en estos días. Fue escrita por un autor jamaiquino y habla de la inmigración clandestina, la discapacidad, el capitalismo, las relaciones homosexuales y de qué significa ser negro en un mundo de blancos. Apareció el 11 de febrero publicada por Penguin Classics, pero su autor empezó a escribirla hace 91 años. McKay murió en 1948, a los 59 años, de un infarto.

La historia de Romance in Marseille está inspirada en la de un hombre que McKay conoció en Marsella: Nelson Simeon Dede, un nigeriano que vivía en la comunidad de los marineros y estibadores del puerto. En 1926, Dede se había ocultado en un barco de la Fabre, una de las empresas navieras más antiguas de Francia, que se dirigía a Nueva York, pero fue descubierto y recluido en un baño tan frío que se le congelaron las piernas y no pudo volver a caminar nunca más. Cuando el barco llegó a Ellis Island, en Nueva York, tuvieron que amputárselas. Dede obtuvo una indemnización y fue repatriado a Marsella, donde fue encarcelado a pedido de la Fabre por haberse embarcado clandestinamente.

En 1928, McKay le escribió al director de la compañía para pedirle por la liberación de Dede. En la carta, McKay se presentaba como un novelista que estaba escribiendo un libro sobre el “significado vagabundo y romántico de la existencia” de los negros que había conocido en Marsella. McKay hablaba también de su deseo de incluir la historia de Dede. Un mes después, no se sabe si gracias a su intervención, Dede fue excarcelado.

El protagonista de la novela, inspirado en Dede, se llama Lafala. A Lafala una prostituta marroquí en Marsella le roba su dinero y entonces él se embarca como polizón hacia Nueva York. A partir de allí la historia sigue paso a paso las tribulaciones de Dede y concluye con Lafala que vuelve a Marsella con su indemnización en el bolsillo. Cuando McKay comenzó a escribirla, en 1929, la novela se llamaba The Jungle and the Bottoms. Luego McKay contrajo sífilis, se olvidó del libro y se fue a vivir a Marruecos, donde la retomó, cambiándole el título y llamándola Savage Loving. Su agente la consideró demasiado explícita y en 1933 lo convenció de que la abandonara, porque su contenido era demasiado desconcertante como para que se vendiera.

Nacido en Jamaica en 1889, McKay es considerado uno de los autores más importantes del movimiento Renacimiento de Harlem, que en la década de 1920 se propuso redescubrir los orígenes de los negros en Estados Unidos. Es autor de cuatro libros de poesía, tres novelas, una autobiografía y un largo ensayo sobre la vida de los negros en Harlem.

McKay pasó una temporada en Londres, y allí frecuentó a George Bernard Shaw y trabajó para la sufragista socialista Sylvia Pankhurst; en Tánger pasaba el tiempo en los cafés con el inevitable Paul Bowles y con Cartier-Bresson, quien extrañamente nunca lo consideró digno de una fotografía; tal vez no era fotogénico.

La franqueza de la narración –McKay decía que describía a sus personajes “sin lija y sin barniz”– y su rechazo a escribir libros “decorosos y ornamentales” hacen que McKay resulte hoy contemporáneo e interesante.