Los primeros movimientos de la campaña electoral de este año parece moverse bajo la consigna ¡menos política, más escenografía!.
Tanto los actos de Cristina Fernández de Kirchner en Mar de Plata, como los de Sergio Massa en Tigre, y de Florencio Randazzo en Bolívar, mostraron un cuidadoso despliegue con discursos breves, apuntando más a la emotividad de la audiencia que a los razonamientos. También esto se observa en los dispositivos de timbreo de Cambiemos que funcionan bajo la lógica de mostrar el lado sensible de los candidatos en su encuentro con “gente de verdad”.
La lectura de los gurúes del marketing político es que existe un cansancio por parte de la población de la confrontación política de los últimos años y es hora de la micropolítica, abandonando los grandes discursos totalizadores de la macro.
No se debe olvidar que el PRO construyó su relato mítico alrededor de un empresario y exitoso dirigente de fútbol que abandonaba una vida de comodidades para “meterse en política”, un pozo lleno de barro. Dentro de este origen mítico el PRO desarrolló un exitoso discurso de la mesopolítica es decir la política de lo local, de la proximidad.
Mientras los Kirchner expresaban narrativas vinculadas a una totalidad llamada “proyecto”, Mauricio Macri hablaba de “solucionarle la vida a la gente”, en el sentido de acortar el viaje en colectivo, o evitar las inundaciones cuando llovía en la ciudad de Buenos Aires. Esta modalidad discursiva continúa ahora de la mano de la omnipresente publicidad oficial, donde se expresa que “hacemos lo que hay que hacer”, que traducido es “somos pragmáticos y nuestro plus es hacer un gasoducto o extender el Metrobús hasta los confines del Conurbano, no como los que estaban antes que no hacían nada”.
Una pregunta clave es si estos planteos serán suficientes para ganar las elecciones, porque desde la vereda opositora se planteará que la política económica se parece a la de Martínez de Hoz o que para después de la elecciones viene un ajuste feroz.
En muchos sentidos parece que las respuestas políticas la darán más los comunicadores de la televisión comprometidos con el proyecto Cambiemos, que los propios candidatos, configurando un experimento inédito de tercerizar el debate político hacia los medios de comunicación.
(*) Sociólogo (Twitter: @cfdeangelis)