Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) son la única guerrilla relevante que ha sobrevivido a la caída del Muro de Berlín. Las estimaciones todavía le dan alrededor de 20.000 hombres en armas pese a que el gobierno de Alvaro Uribe y su política de seguridad ciudadana han logrado ponerla a la defensiva en términos militares. La ideología de este grupo es marxista y sobre todo en sus comienzos, en los primeros años de la década del sesenta, mostró una marcada afinidad con la revolución cubana. Con el golpe de efecto que realizan, las FARC han logrado poner a la defensiva en el campo internacional a Uribe.
A su vez, Chávez logra un golpe internacional que deja en segundo plano el costo que le generó la derrota en el referéndum y el juicio que se realiza en Miami por la valija con 800.000 dólares que un empresario venezolano chavista intentó entrar en la capital argentina. La constitución del grupo internacional que respaldó la entrega de los rehenes muestra quién ganó en términos políticos. Fuera de América latina está sólo Francia, por el rol protagónico de Sarkozy. En la región se destacan Cuba, Bolivia y Ecuador (tres aliados firmes de Chávez), Argentina (transformada en aliada de Venezuela por el caso de las valijas) y Brasil, cuya participaron resulta inevitable si se pretende dar cierta imagen de equilibrio. En el caso del ex presidente Kirchner, su participación le otorga dos ventajas relevantes. La primera es un protagonismo internacional importante, a pocos días de dejar el gobierno, confirmando que en los hechos sigue ejerciendo el poder. La segunda, es que deja atrás en términos mediáticos, por lo menos por unos días, la crisis que generó para el Gobierno argentino el mencionado caso de las valijas. Sin embargo, para el ex presidente argentino y su esposa Cristina Kirchner, este respiro tiene un riesgo: profundizar la alianza política con Chávez y, en los hechos, seguir tomando distancia de EE.UU.
*Director del Centro de Estudios Unión
para la Nueva Mayoría.