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Un grito de todos

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Los paulistas. Alckmin y Doria. | Cedoc Perfil
La agresividad de la palabra de orden “Fuera Temer”, dedicada esencialmente a la militancia del Partido de los Trabajadores y aliados, después de un año largo de gobierno del PMDB, se adapta ahora perfectamente a la voz de cualquier ciudadano indignado.
El ex vicepresidente perdió definitivamente las condiciones políticas y morales para permanecer en el cargo de presidente de la República, para el cual fue proyectado a partir del golpe contra Dilma Rousseff. Dispuesto a enfrentar el terremoto, insiste en permanecer en la Presidencia.
Hasta que la bomba estalló en el regazo de Temer, había en la cúpula del PMDB una alegría, aunque contenida, con la posibilidad de transformar al actual presidente en candidato a la reelección. A mediados de mayo, la agenda de Temer estaba tomada por entrevistas con diarios, radios y canales de televisión. Habló de lo que quiso y de lo que no quiso.
En una de las entrevistas, atacado por fuego amigo, respondió sobre la posibilidad de disputar la elección presidencial de 2018: “No tengo ninguna intención de continuar en la actividad política”. Pero luego tropezó, como de costumbre, y agregó: “Sólo espero que las reformas funcionen y no hay necesidad de pedirme que siga”.
Ese sueño es hoy una pesadilla. El PMDB no tuvo en cuenta la dificultad de Temer para sobrevivir a las triquiñuelas de la política, desenmascaradas ahora por los empresarios, como Odebrecht o, ahora, el gigante JBS.
Excepto por algunas referencias negativas banales, la prensa pro-golpe de Dilma elogió el primer año de gobierno. El nombre de Temer fue incluido en algunos sondeos hechos a lo largo de estos doce meses. Testeado para la disputa presidencial, sin golpe, tendría no más de dos puntos si la elección fuera hoy. Todo eso acabó.
La derecha se despega cada día más. Forzado a pedir una licencia al frente del PSDB, Aécio Neves deja el camino abierto para los potenciales candidatos paulistas: el gobernador Geraldo Alckmin y el alcalde Joao Doria Junior.
Hay vacantes para disputar la presidencia en 2018. Michel Temer perdió su oportunidad, pero el espacio político nunca queda vacío.

*Periodista. Editor especial de la revista Carta Capital.