Educarnos es hacernos libres, responsables, y solidarios. Esta es la máxima que sintetiza el espíritu que anima el prioritario y gigantesco esfuerzo que en esta materia viene realizando la organización gremial de los trabajadores y trabajadoras de edificios desde 1985 hasta el presente. Una de las primeras iniciativas impulsadas hace ya más de treinta años fue implementar todos los años, en coincidencia con el comienzo del ciclo lectivo, un operativo de entrega de útiles, guardapolvos y mochilas. Así nació en Plan Escolar Solidario, punto de partida de nuestro compromiso, pero al mismo tiempo un mensaje a las familias de nuestros afiliados acerca de la importancia que desde el sindicato le daríamos a la problemática educativa. Lo primero fue implementar distintos cursos que buscaban ofrecer alternativas de capacitación. Pero a partir de 1992 con la apertura del Centro de Formación Profesional Nº 28 José María Freire, reconocido oficialmente como institución educativa, dimos el paso decisivo para avanzar en nuestros objetivos. Más de cuarenta cursos y carreras para hombres y mujeres abrieron un nuevo horizonte a miles de compañeras y compañeros. Desde entonces hasta el presente se han entregado más de 100 mil diplomas y certificados. Uno de los grandes logros de nuestra organización, fue diseñar el desarrollo curricular de la Carrera de Trabajador Integral de Edificios, que se ha incorporado a nuestro convenio colectivo, y beneficia a los egresados con una bonificación del 10%, en su salario. Tiempo después abrió sus puertas el Instituto Superior Octubre (ISO-Suterh), una de las instituciones más consolidadas en la educación terciaria. Y, por último, la concreción de la UMET, la primera universidad nacida de las raíces y la decisión de una organización sindical.
Atentos a los nuevos desafíos de los tiempos que vivimos, en 2010 tomamos la decisión de dar el primer paso para que nuestros hijos e hijas ingresaran al universo de las herramientas informáticas. La comisión directiva del Suterh decidió que a los útiles, guardapolvos y libros que se venían entregando se sumaría la entrega de una computadora personal, con programas de contenidos educativos incorporados especialmente, contribuyendo de ese modo a achicar la brecha tecnológica y generando condiciones de igualdad de oportunidades para su desarrollo presente y futuro. Por eso en esa oportunidad nuestro plan fue bautizado como Plan Escolar Bicentenario, en consonancia con la celebración de los 200 años de la gesta liberadora del 25 de mayo de 1810.
Estamos seguros de que así abrimos un camino que hoy siguen muchas organizaciones hermanas, pero lo más importantes es que les estamos ofreciendo a nuestros hijos un horizonte cierto de realización y en igualdad de oportunidades, que comienza el primer día de clase, con la primera campanada, con los lápices, los cuadernos y las gomas de borrar, los libros y las mochilas. Y por sobre todo con ese guardapolvo blanco símbolo de la mejor y más democrática de las educaciones: la libre, laica y gratuita.
Nuestro objetivo es continuar poniendo en manos de nuestros hijos una herramienta tecnológica fundamental para hacer frente a las exigencias de un mundo cada día más tecnificado. Otro dato a destacar es que este operativo es el primero en su tipo que se lleva a cabo en el país, y fue solventado exclusivamente con el aporte de nuestros afiliados.
*Secretario de Formación Profesional y Educación (Suterh).
