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FIGURACIONES

Un poco más de grieta

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| Cedoc

¿Colgar a Mauricio Macri en Plaza de Mayo o extirpar a Cristina Kirchner del sano cuerpo de la Nación? Vino brava esta semana la consigna de la grieta. Se encargaron esta vez, por un lado, Juan Pablo Medina, alias el Pata, y por el otro, Ángel Etchecopar, alias el Baby (cumpliendo trabajo esencial en la televisión). Se diría que rasquetearon bien al fondo de la grieta. No obstante (o por eso mismo), la cosa funcionó: se engancharon como siempre los febriles agrietados, unidos por esa pasión de dicotomía que largamente los mancomuna, a intercambiar respaldos y acusaciones (de un lado, misoginia; del otro, supongo, misantropía). El estigma del traidor a la patria, a cargo de Medina, y la metáfora del cáncer en el país, a cargo de Etchecopar, cuentan con antecedentes en la historia argentina, pero no precisamente alentadores. A quienes no consideramos que haya que colgar a Mauricio Macri ni tampoco extirpar a Cristina Kirchner (acaso porque nos bastó con no haber votado ni a uno ni a otra) nos endilgan, entiendo que como objeción, presuntas medianías, supuestas tibiezas.

El otro día, en el programa de Gustavo López en radio La Red, entrevistaron a Marcelo Gallardo. Un periodista del equipo, yo creo que Coco Ramón, le planteó una pregunta invocando la famosa grieta y Gallardo protestó. Entonces el periodista dijo, y dijo bien: “Esa palabra es figurativa”. Y Gallardo replicó, aún mejor: “Sí, pero esa figuración es alarmante”. La observación fue impecable (la lucidez que dan las derrotas), porque en lugar de acomodarse pasivamente a una figura ya establecida, interrogó con distancia crítica la lógica de su figuración. Y en vez de naturalizar, por inercia, el uso de una determinada metáfora, se preguntó por lo que significa en su mismo metaforizar. Los contenidos de la grieta no importan, van variando de semana en semana. Es su forma lo que perdura y entorpece la reflexión.