¿Cuantas veces delante de un libro, nota, poesía o texto que estamos leyendo y que nos cuesta entender surge la necesidad de “masticar” un poco más las palabras que los componen para descifrarlo mejor? ¿Se puede masticar un texto objeto de una lectura? Desde ya que si.
Esa “masticación” mental es muy parecida a la masticación que usamos para empezar a transformar el alimento en energía. Dos procesos que tienen puntos en común. En el primer caso nuestras neuronas “mastican” las palabras para que las podamos metabolizar, comprender de la mejor manera posible e utilizarlas para alimentar nuestra memoria, opinión, forma de razonar y pensar.
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El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En el segundo, nuestra boca empieza a transformar la comida preparándola para entrar en el complejo universo de nuestro cuerpo que diversamente no podría aceptarla y utilizarla para alimentar todas sus partes.
Las palabras y las ideas una vez masticadas logran entrar en la parte más profunda de nuestro sistema de comprensión. El alimento lo hace de la misma manera en nuestro sistema metabólico. Las palabras y la comidas que nos alimentan llegan hasta la partes más profundas de nuestras células.
Debe haber pensado en todo esto Luis Majul cuando decidió, el año pasado, darle vida al evento Leer y Comer, organizado por Margen del Mundo, el espacio físico y de contenidos, creado por el. Juntar dos mundos aparentemente tan distantes como la lectura y la comida fue una idea atrevida pero absolutamente oportuna y lógica desde el punto de vista conceptual.
El resultado fue extraordinario. Miles de personas visitaron y conocieron, gracias a esta nueva idea, el espacio multimediático de Margen del Mundo normalmente dedicado al periodismo, a los libros, memoria, charlas, teatro y reflexión. Alimentos necesarios para nutrir ideas y pensamientos.
Allí, como de costumbre, encontraron periodistas, escritores y pensadores. Hablaron con ellos. Escucharon sus palabras y sus reflexiones. Pero también encontraron mucha comida de calidad para disfrutar también desde otra manera. Grandes cocineros participaron entusiasmados aportando sus experiencias, recetas y productos. Decenas de food trucks y puestos de comida ofrecieron sus especialidades gourmet.
Los más prestigiosos periodistas y escritores especializados en vinos y comidas pudieron transmitir su visión de la gastronomía de nuestra época. Reconocidos expertos en alimentación difundieron sus conocimiento gracias a concurridas charlas.
Estamos a pocos días de la segunda edición de este evento. El 17 y 18 de octubre, nuevamente en Margen del Mundo, se celebrará el estrecho vinculo entre las palabras, las ideas y la comida. Alimentos para el cuerpo y para el alma. No pierdan la oportunidad de participar de este banquete donde todos tiene un lugar en la mesa.
(*) Periodista, crítico enogastronómico y un estudioso de historia y antropología culinaria. Especial para Perfil.com.
