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DEFENSOR DE LOS LECTORES

Vida privada, asuntos públicos

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A diferencia del ciudadano común, el funcionario tiene una intimidad recortada porque todo lo que en su vida pueda afectar el interés público pasa a ser objeto del conocimiento de la ciudadanía”. (Javier Restrepo, Fundación García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano).

En plena histeria por el linchamiento de un joven en Rosario y sucesivas palizas colectivas a otros presuntos delincuentes en distintos puntos del país, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, echó leña al fuego al revelar que le “dio tranquilidad” que su hija Gimena (27 años) estuviese haciendo un perfeccionamiento en arte en San Francisco, Estados Unidos. Debo confesar que me resultó chocante la publicación de una foto de la joven en la tapa de PERFIL, tomada en la ciudad californiana. Se me presentó la cuestión de la privacidad de las personas como tema fundamental de la ética periodística y me obligó a revisar lo ocurrido. Fue cuando encontré la frase del colombiano Restrepo, que me pareció ajustada a lo que editó este diario. Si no hubiese sido el padre de la joven –funcionario principal de la CABA y autoproclamado candidato presidencial– quien dijo lo que dijo, agregando que a su hija le robaron seis veces y que lo tranquilizó saberla fuera de esta Argentina en la que se vive –dijo– “esta locura de violencia”, seguramente hubiese criticado la publicación. Pero como fue el propio Macri quien abrió el juego, revelando la situación y el lugar de residencia temporal de Gimena, la cuestión pasó a ser lo que Restrepo caracteriza como la parte privada del personaje público que “pasa a ser objeto del conocimiento de la ciudadanía”. De tal modo, no vi objeto de análisis, cuestionamiento o crítica sobre la cuestión.

Aclaro esto porque el pasado fin de semana, en el programa de Luis Majul, La Cornisa, Macri sí criticó lo publicado por PERFIL, invocando la cuestión de la privacidad. Está errado el jefe de Gobierno: fue él quien generó el interés por saber qué hace su hija en San Francisco. “Si un famoso ventila desde el primer momento su vida privada, no tiene derecho a salvaguardarla porque él ha dado pie para que hurguen en ella”. (Aquilino José Mata, periodista venezolano con cincuenta años de oficio).

Otro tema se agregó a los dichos de Macri en relación con PERFIL: algunos datos inexactos publicados por este diario sobre su promocionado viaje a Estados Unidos, que fueron rectificados en una fe de erratas días después. También habló de eso públicamente y recibí, al respecto, una respuesta del editor jefe de Política, Damián Nabot: “Las fuentes consultadas del Consejo de las Américas en los Estados Unidos informaron que Mauricio Macri no había dado una conferencia en su sede de Nueva York. Y así se publicó. Pero el dato careció de una aclaración necesaria: es verdad que Macri no había dado una conferencia en el Consejo, pero sí había sido protagonista de un almuerzo a puertas cerradas con empresarios. Con respecto a la cena con Hillary Clinton, ratificamos la información que aparece en el cuerpo central de la nota: el cubierto para participar en ella era pago, según se pudo confirmar en los Estados Unidos. Hubo un error de edición que fue extrapolar y concluir a partir de tal información que Macri había pagado para fotografiarse con Hillary Clinton. El organizador de la cena fue Jack Rosen, un conocido financista de las campañas electorales demócratas. En diferentes sitios públicos aparece el costo del cubierto en las ubicaciones vip de la cena. En http://mondoweiss.net/2014/02/hillary-clinton-fundraiser.html, por ejemplo, se alude a un costo de 25 mil dólares”.

Paro de izquierda. Fue muy desafortunada la edición del anuncio acerca del paro del pasado jueves, en la página 16 del domingo 6. En la nota principal se explicaba que un sector de la izquierda respaldaba la medida y otro sector no, pero que éste planeaba (como ocurrió) realizar piquetes en distintos puntos. Dos críticas debo hacer: una, que la volanta de la nota secundaria (“Prometen caos”) no está sustentada en el texto; la otra, que al no haber enlazado ambos artículos, lejos habrá estado el lector de entender la situación, porque no se explicó en forma clara y contextualizada que eran dos las posturas de gremios embarcados en lo que se llama “izquierda” genéricamente, y que, aunque aliados en el FIT, no coinciden, por lo general, en sus prácticas sindicales.

Errata. La nota de la sección Internacionales de la edición del domingo 6, titulada “Linchamientos en la Bolivia de Evo: ¿barbarie o justicia indígena?”, que firmaba el analista Pablo Stefanoni, fue ilustrada por error con una fotografía de un linchamiento que, en realidad, no se refiere a un hecho que se produjo en Bolivia sino en Sumpango, un pueblo indígena de Guatemala, en 2006, cuando una turba linchó y quemó a una pareja a la que acusaban de robar niños.