CULTURA
DIARIO LIBRE

Cómo fue la reunión entre la viuda y el hijo de Fontanarrosa

Después de años de peleas y una complicada batalla judicial, tuvieron un primer encuentro.

En este caso la pelea es entre la segunda esposa de Fontanarrosa y su hijo Franco.
| Cedoc

Ayer hubo una audiencia de conciliación entre el hijo, la viuda y el editor del escritor rosarino Roberto Fontanarrosa por el control de su obra.

Daniel Divinsky, a cargo de Ediciones de la Flor, la firma que imprimió históricamente los trabajos de Fontanarrosa, explica el origen de la controversia legal: “Son veinte cuentos, que me mandó por mail tres días antes de morir. Tres, me dijo él, estaban listos; el resto necesitaba un pulido. Los temas son de todo, pero de fútbol, ninguno”. Por lógica, deberían estar desde hace tiempo en librerías. Pero la obra no vio la luz todavía.

El creador de Inodoro Pereyra y Boogie el Aceitoso falleció en 2007 a causa de una esclerosis lateral amiotrófica que inutilizó su cuerpo. Sin embargo, la lucha por su herencia, que incluye sesenta títulos publicados en todo el mundo y potenciales regalías por cien mil dólares anuales, había comenzado antes de su muerte.

Un año después de la parálisis total de su padre, Franco –su único hijo– obtuvo en 2006 la cesión de “todas las obras artísticas y literarias” de Fontanarrosa y sus míticos personajes en un documento firmado
por su padre y por Gabriela Mahy, la última esposa del caricaturista. Sin embargo, esto generó un problema no menor entre Franco y su padre, que, según distintas versiones, reclamó la anulación del documento.

Mahy no se quedó de brazos cruzados y disputó la legalidad del arreglo con una demanda de nulidad en 2008. El texto de esta ataca directamente a Franco: “Atropellando la integridad y dignidad de su padre en un inadmisible aprovechamiento  de sus debilidades”.

Sin embargo, puede haber una solución en puerta. Ayer hubo una audiencia conciliatoria entre Franco, Mahy y Daniel Divinsky, en el despacho del juez Civil y Comercial de Rosario Fabián Bellizia.

Ahí, Bellizia propuso a Franco lanzar los últimos inéditos de Fontanarrosa al considerar que “hay un interés público en leer la obra de su padre”.

Divinsky detalló pormenores del encuentro: “Fue para que el nuevo juez conociera a las partes. Con Franco fue todo muy cordial, pero falta la sentencia. Hay que ver”.

(*) De la redacción del Diario Libre.