La cultura, en sus múltiples definiciones e incumbencias, posee el incuestionable enunciado de la suma de lengua, costumbres, territorio, hábitos, creencias y expresiones que reúne a una determinada comunidad. En ese sentido todo entraría en la cultura, sin exclusiones.
Las obras de nuestros prestigiosos escritores que dejaron su huella límites afuera del país; las producciones de nuestros premios Nobel y laureados científicos; las "performances" de artistas y como "todo es cultura" también los burdos productos y deficientes expresiones de personas y programas en las pantallas.
Sin embargo a la hora de seleccionar, los entendidos recurren a las palabras de quienes estudiaron, se formaron, se documentan y tienen algo para decir, en el sentido de dejar huellas o enseñanzas para quienes pasan muchas horas frente a los medios masivos.
Al respecto, el escritor y pensador italiano contemporáneo Giovanni Sartori en su libro "Homo Videns" -una combinación del niño o adulto que consume diariamente muchas de sus horas frente a la televisión- termina aceptando la propuesta de muchos de esos medios como sucede en muchos países: "Ver sin entender".
Es decir que hoy ya no se apunta a hablar o mostrar para dejar algún mensaje elaborado, o tal vez un poco más de información o alguna enseñanza anexa. La imagen o el exhibirse estaría reemplazando a la palabra, a pesar de la fuerza que conllevó desde siempre el acto de escribir y leer.
En este contexto los efectos inmediatos de las imágenes a veces dejan atrás a los de las palabras.
Por estos días, se abrió una polémica entre el gobierno y los intelectuales y editores acerca de los "emblemas" que van a representar a la Argentina en su pabellón en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2010, donde nuestra Nación oficiará de "invitada".
Ese lugar de privilegio, buscado y tramitado desde hace más de un quinquenio por los editores de la Cámara Argentina del Libro, por la Cámara Argentina de Publicaciones y la Fundación organizadora de la Feria, desató hoy la controversia por la elección de los "emblemas", "íconos", o "figuras" elegidas para representar a nuestro país. Para el comité organizador argentino que conduce Magdalena Faillace, designada por el Ejecutivo nacional los emblemas serán Diego Maradona, Eva Perón, Carlos Gardel y el Che Guevara. Seguro que para gran parte de la cultura popular ellos forman parte del acervo cultural del país.
Sin embargo, para algunos editores e intelectuales ninguno de ellos fue escritor para figurar como cara visible del país en una Feria internacional cerrada al público y meca de los libreros, editores y distribuidores de todo el mundo, que concurren allí a conocer las novedades, hacer negocios y comprar nuevos derechos de autor.
La lista de candidatos parecería ser más larga que los cuatro elegidos para estar en la Feria de Frankfurt y en ella se encuentran emblemáticos escritores de habla española y castellana como Jorge Luis Borges y Domingo Faustino Sarmiento, estudiados hoy en las carreras de Letras y Literatura, de cuánta universidad extranjera se conozca.
El consejero honorario de la cámara argentina de editores, Isay Klasse, propuso a Domingo Sarmiento y a Jorge Luis Borges "los escritores más importantes en lengua española de los siglos XIX y del XX respectivamente", como emblemas del pabellón argentino para la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2010, en Alemania.
Klasse, en diálogo con DyN, precisó que "a ninguno de los dos" los menciona la actual organización del Pabellón de Argentina que participará de la feria dado que el gobierno eligió a Eva Perón, Diego Maradona, Carlos Gardel y Ernesto Che Guevara. "Tampoco vi a autores científicos de la talla universal de Bernardo Houssay, Federico Leloir y Cesar Milstein, galardonados con el Premio Nobel", dijo el editor al cuestionar la decisión del comité argentino que preside Magdalena Faillace.
Klasse, también consejero de la fundación El Libro, remarcó que "ninguno de los cuatro mencionados fue escritor: Evita fue política, el Che guerrillero, Gardel cantor y Maradona es futbolista". El editor, quien desde hace 12 años concurre a la Feria de Frankfurt, como presidente del Grupo Interamericano de Editores y vicepresidente de la Unión Internacional lamentó que no figure "el eminente cardiólogo René Favaloro".
Dijo que tampoco vio a "maestros de Derecho sobresalientes en América y España como el 'administrativista' Rafael Bielsa, el penalista Sebastián Soler, el internacionalista Luis María Drago, el constitucionalista Juan Bautista Alberdi o el diplomático Premio Nobel Carlos Saavedra Lamas". Según su opinión, en el stand argentino "debería mostrarse una lista de los escritores más prestigiosos considerados con un amplio espíritu plural".
En el "listado de Klasse" también figuran Julio Cortázar, Marco Denevi, Manuel Mujica Láinez, Roberto Arlt, Victoria Ocampo, Ricardo Rojas, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sábato, José Hernández, Bartolomé Mitre, Lucio V. Mansilla, Olga Orozco, David Viñas, Tomás Abraham y Eduardo Mallea.
También incluyó a los escritores Marcos Aguinis, Horacio Tarcus, Luis Alberto Romero, Abelardo Castillo, Beatriz Sarlo, Gregorio Klimovsky, Félix Luna, Carlos Gorostiza, Alberto Gerchunoff, Ricardo Piglia, Marco Denevi y Conrado Nalé Roxlo.