Londres - El arte contemporáneo invadió Londres en ocasión de la feria Frieze, que abrió hoy en Regent's Park, uno de los más hermosos parques de la ciudad donde se venden durante cuatro días obras por valor de cientos de millones de dólares a coleccionistas del mundo entero.
Creada hace cinco años, la Frieze Art Fair cuenta este año con 151 galerías instaladas bajo una inmensa carpa blanca en medio del parque. Esa carpa cobija desde Gagosian y White Cube, que presentan a sus artistas supercotizados como Damien Hirst y Jasper Johns, a galerías de México, Sao Paulo, Beirut, Lisboa y Atenas.
Latinoamérica está muy presente en esta feria: no sólo el premio 2007 de Frieze fue atribuido al artista conceptual Mario García Torres, de México, sino que entre sus artistas más buscados figuran el brasileño Tunga, a quien una gran galería de Nueva York le ha dedicado su exposición.
Frieze Art, una de las más importantes de arte contemporáneo en el mundo, y las subastas que se celebran en Christie's y Sotheby's para coincidir con la feria han suscitado interrogantes sobre si el mercado del arte, que ha vivido en los últimos años una euforia nunca vista, va a sufrir el impacto de los torbellinos financieros que afectaron las bolsas del mundo. Pero varias galerías presentes en Frieze, que cierra el domingo, descartaron que el mercado del arte se haya visto afectado por la reciente crisis financiera. "El mercado está fantástico", dijo a la agencia de noticias AFP la responsable de la galería Victoria Miró, de Londres, que expone obras de la japonesa Yagoi Kusama. "Ya vendimos casi todo", dijo, precisando que queda por vender una gran escultura roja, cuyo precio es medio millón de dólares.
Lo mismo dijo la galería Luhring Augustine, de Nueva York, que indicó que ya había vendido numerosas obras de Tunga ayer por la tarde, cuando la Feria abrió sus puertas a celebridades como Elton John y unos pocos coleccionistas privilegiados, entre ellos la Tate Gallery, que compró obras por valor de 300.000 dólares.
Christie's desechó también temores de una baja en el mercado. "Ya hemos tenido varias subastas desde que hubo la crisis de crédito, y los resultados fueron muy positivos, por lo que no estamos previendo una caída del mercado" de arte contemporáneo, indicó a la AFP un vocero de la casa de remates.
Los organizadores de esta gran feria de arte contemporáneo -que toma su nombre de la revista Frieze, fundada en 1991 por Matthew Slotover y Amanda Sharp y que se convirtió en un referente del mercado del arte- e speran atraer este año a unos 60.000 visitantes a Regent's Park.
Estos cuatro días son también la ocasión de cientos de fiestas llenas de glamour y de exhibiciones y ventas de arte que tienen lugar en pubs, hoteles y en las propias galerías, que esperan aprovechar el apetito de los coleccionistas, algo que ha llevado a que los precios del arte contemporáneo se multipliquen en los últimos años. Al mismo tiempo, se celebra por primera vez, en oposición al "comercialismo" de la Frieze, la Free Art Fair, que expondrá obras de unos 25 artistas o grupos, algunos de ellos que figuran en colecciones de la Tate Gallery, con un valor combinado de 80.000 dólares.
El artista Jasper Joffe, artífice de esta Feria, afirmó que quiere abrir un debate sobre el valor del arte, "ofreciendo una alternativa a la locura del mercado que se comprueba cada año en esta época". También otras ferias más pequeñas, como Zoo Art Fair, dirigida por Soraya Rodríguez, ofrecen obras de artistas emergentes a precios accesibles para muchos de los visitantes que sólo llegan a curiosear.
Por su parte, Christie's y Sotheby's, y también Phillips, una casa más pequeña, van a ofrecer desde mañana al mejor postor obras de arte contemporáneo por valor de unos 380 millones de dólares, una suma que representaría más de lo doble de lo que vendieron el año pasado (150 millones de dólares). Entre las obras que se rematarán figuran pinturas de Francis Bacon, Andy Warhol, Mark Rothko, David Hockney y Jean-Michel Basquiat, entre otros.