Philip Roth, galardonado novelista e intrépido narrador de historias con el sexo, la muerte, la integración y el destino como elementos principales, murió a los 85 años. El célebre y polémico autor de “Portnoy’s complaint” y “La contravida “, entre otros títulos, falleció el martes en la noche por una insuficiencia cardíaca congestiva. La revista The New Yorker reportó primero la muerte de Roth, en tanto el diario The New York Times confirmó la muerte citando a amigos cercanos del escritor.
Philip Milton Roth nació el 19 de marzo de 1933 en Newark, New Jersey, y sus abuelos fueron parte de la ola migratoria de judío-europeos a Estados Unidos en la primera parte del siglo XIX. Autor de más de 25 libros, Roth fue un feroz escritor satírico y un realista inflexible, confrontando a sus lectores con un estilo audaz y directo que despreciaba el falso sentimiento o la esperanza de una recompensa celestial.
“Fue un campeón de novelistas de Europa del Este como Ivan Klima y Bruno Schulz, y también un apasionado estudiante de la historia estadounidense”, escribió el periodista Charles McGrath en el obituario que le dedica el New York Times. “Y más que cualquier otro escritor de su época, fue incansable en su exploración de la sexualidad masculina”. En su artículo, el periódico lo define como “prolífico, proteico y, a menudo, cómico novelista negro”.
Roth se autodefinía como un ateo que juró lealtad a la imaginación terrenal, ya fuese ideando funciones pornográficas para el hígado crudo o complaciendo fantasías románticas sobre Anna Frank. Roth ganó casi todos los premios literarios, incluyendo el Pulitzer por “Pastoral americana”, publicado en 1997, dos National Book Awards, dos Premios National Book Critics Circle, tres premios PEN/Faulkner Awards, y fue nombrado y recibió el galardón Man Booker International aunque jamás consiguió el Nobel de Literatura.
Conocido por revisar la experiencia judío-estadounidense en sus trabajos, el escritor fue una importante referencia de la literatura de la post Segunda Guerra Mundial con la universalidad de su mensaje. Logró mantener la sustancia de su obra en términos de calidad como de cantidad, demostradas en su ampliamente admirada triología política, que incluyó "I Married a Communist" ("Me casé con un comunista", 1998), y "The Human Stain" ("La mancha humana", 2000).
