En el Suplemento Cultura de Diario PERFIL ofrecemos cada semana "Narcolepsia - Coordenadas para una aproximación a la poesía", y el elegido en esta ocasión es "El iris salvaje", de la estadounidense Louise Glück:
Al final de mi sufrimiento
había una puerta.
Escúchame: eso que llamas muerte
yo lo recuerdo.
En lo alto, ruidos, ramas del pino moviéndose.
Luego nada. El débil sol
parpadeaba sobre la superficie seca.
Es terrible sobrevivir
como una conciencia
enterrada en la tierra oscura.
Luego terminó: aquello que temes, ser
un alma incapaz
de hablar, acaba abruptamente, la tierra rígida
cede un poco. Y tomé la forma de
pájaros volando por arbustos bajos.
A ti que no recuerdas
el paso desde el otro mundo
te digo que podía volver a hablar: lo que
regresa del olvido vuelve
para encontrar una voz:
del centro de mi vida brotó
una gran fuente, sombras
de un azul profundo sobre el agua de mar celeste.
(Trad. Juan Arabia & Camila Evia)
Louise Glück (NY, 1943) es autora de una decena de libros de poesía y de una colección de ensayos, Proofs and Theories, que obtuvo el Premio PEN/Martha Albrand. En 2020 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Fue galardonada, además, con el Premio Nacional de la Crítica por The Triumph of Achilles, y el primer Premio otorgado por los lectores del New Yorker, además del Premio Bollingen, por Vita Nova.
Glück forma parte de la Academia Americana de las Artes y las Letras y es profesora en el Williams College. Vive en Cambridge, Massachusetts.
Este poema es el primero del libro The Wild Iris (The Ecco Press, 1992), ganador del Premio Pulitzer de Poesía en 1993. El libro también ganó la presea William Carlos Williams, concedida por la Sociedad de Poetas de América. Publishers Weekly lo calificó de «ambicioso y original» y alabó su potente, extrañeza muda.