Como en los dorados ’90, tal vez gracias a un dólar artificialmente bajo y al entusiasta impulso de editoriales y eventos culturales como la Feria del Libro y el Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (Filba), el año 2011 se despidió con una cifra récord de prestigiosos escritores que visitaron el país. Nada menos que tres Premios Nobel, J. M. Coetzee, Mario Vargas Llosa y Orhan Pamuk, pisaron suelo argentino para presentar su obra y debatir con intelectuales y la prensa local.
A la lista se suman novelistas como Cees Nooteboom, Kjell Askildsen –firme candidato al Nobel 2012–, David Leavitt, John Verdon, Siri Hustvedt, Wilbur Smith, Marcela Serrano, Antonio Skármeta, Rosa Montero y la ensayista y psicoanalista Julia Kristeva. Reunir semejantes figuras en un país lejano y caro como el nuestro requiere, por supuesto, de un monumental esfuerzo económico por parte de editoriales, sponsors y fundaciones que se asocian para financiar viajes y estadías.