El reconocido director de cine español Alex de la Iglesia anunció ayer por Twitter que, tras la gala de los Premios Goya, renunciará a su cargo como presidente de la Academia de Cine, luego que se conociera un pacto de distintas fuerzas políticas para aprobar en el senado local una ley que regula las descargas por internet de contenidos sujetos a derechos de autor. La decisión desató la polémica, y hoy el cineasta justificó su decisión en un artículo en el diario El País.
"Me temo que es la única opción", señaló ayer el cineasta a través de la red social. Una decisión que terminó por confirmarla hoy: presentará su dimisión como presidente de la Academia de Cine el próximo 14 de febrero, al día siguiente de la celebración de la gala de los premios Goya, que este año cumple su 25 aniversario.
La norma por la que Alex de la Iglesia puso el grito en el cielo es la llamada ley Sinde, que prohíbe las descargas de internet, pero que ahora el Senado tiene previsto suavizar, sobre todo respecto de las sanciones para este tipo de delitos. Además, con la nueva legislación, las empresas que utilicen contenidos con derecho de autor quedarán exentas de pagar el canon correspondiente. Una medida que pactaron aprobar en el Senado entre los partidos Partido Socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y el Partido Popular (PP).
El cineasta justificó su decisión en un artículo en El País: "Tengo que reconocer que estos dos años al frente de la Academia han sido de los mejores de mi vida. He aprendido mucho, he conocido gente estupenda, pero desde un ángulo distinto al del director. Comencé reconociendo que me bajaba películas, sobre todo porno, y sentó fatal a los distribuidores, a los exhibidores y toda la profesión en general. Incluso me llamó mi madre. Esas declaraciones adolescentes me llevaron a reunirme con ellos y entender su punto de vista. Lo mismo me ha pasado con el problema que nos ocupa, la posición de los creadores en la Red. Empecé haciéndolo fatal, sin conocer el tema a fondo y dejándome llevar por mis prejuicios, que son muchos y variados", comienza el texto escrito por él.
Luego, aseguró que en España "cambiar de opinión es el mayor de los pecados". Y concluyó: "No voy a dejar de discutir, pero francamente, prefiero hacerlo como director que como presidente. Lo coherente es dejarlo. Acabaré lo que he empezado, eso sí, no quiero decepcionar a los compañeros de profesión, y prometo no empañar la ceremonia con este asunto. Quiero que sea la fiesta que todos esperamos. El debate continuará, pero en un lugar adecuado. Después de la gala, dimito como presidente. Seguiré siendo miembro de la Academia, discutiendo y metiendo la pata como siempre, pero como director de cine, que es lo mío".
Además, dijo en declaraciones a medios españoles: "Lo mejor hubiera sido empezar de cero. Es una ley que desde sus inicios ha sido muy impopular. Enfrentar a creadores con la Red es el mayor de los errores. Llevo meses intentando conseguir un consenso entre todos y no hemos sido escuchados por los políticos. Esta ley no es la solución para nadie".
La Ley Sinde se debatirá y aprobará en la Cámara Alta en el pleno del próximo 9 de febrero.