Editar libros es una ocupación encantadora. Dicho de otro modo, es encantador entender lo que un editor pretende del libro que edita con sólo ver la tapa. No sólo apelando a un cambio de título, sino al modo de ilustrarla, si es que decide ilustrarla. Hitler’s Private Library (La biblioteca privada de Hitler) tiene por subtítulo The books that shaped his life (Los libros que moldearon su vida). En la foto de tapa de la edición en inglés puede verse a Adolf Hitler a los 36 años posando con la espalda cubierta por sus libros. La edición española de Destino lleva en la tapa una de las famosas caricaturas de Arthur Szyk que fueron publicadas en diarios norteamericanos de 1939 y 1945, con las que el dibujante judío polaco satirizaba a Hitler y al nacionalsocialismo. El subtítulo de la edición española se ha ampliado; los libros ya no sólo moldearon la vida, sino también “la ideología de Adolf Hitler”. Y el título ha pasado a ser Los libros del Gran Dictador. Del mismo modo que la mayoría de los poseedores de rottweilers suelen tener complejo de inferioridad y los castigan desde cachorros, por la simple razón de que les tienen miedo, los editores demuestran que aún le temen a Adolf Hitler. O tal vez le teman a lo que los lectores puedan llegar a pensar de ellos.