CULTURA
murio a los 90 años

Kive Staiff, el teatro llora a su ícono

Su nombre fue sinónimo del Teatro San Martín, del que fue director general a lo largo de treinta años. Se lo acusó de tutelar listas negras durante los años de la dictadura.

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Kive Staiff. Había nacido en 1927 en Entre Ríos. Murió el miércoles pasado en Buenos Aires. | cedoc

El periodista y productor teatral Kive Staiff, que se destacó por su prolongada tarea como director del Teatro San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, murió este miércoles, a los 90 años. En noviembre de 1971, durante el gobierno de facto del general Alejandro Agustín Lanusse, en el último tramo de la llamada Revolución Argentina, asumió por primera vez la dirección general del teatro. Luego, desplazado durante el breve período peronista, recuperó el cargo en 1976 y lo retuvo hasta el final de la presidencia de Raúl Alfonsín. Después, entre 1991 y 1996, se desempeñó como director de Asuntos Culturales de la Cancillería con rango de embajador (fue responsable de la programación artística argentina en la Expo Sevilla 92) y más tarde ocupó por poco tiempo la dirección general del Teatro Colón. En 1998 regresó al San Martín, hasta 2010, como director general del Complejo Teatral que (además del San Martín) incluye las salas Presidente Alvear, Sarmiento, Regio y Teatro de la Ribera.

Staiff estudió Contabilidad y Ciencias Exactas, pero fue crítico teatral y editor en publicaciones como el diario La Opinión, y las revistas Análisis y Confirmado, entre otras. En ese carácter fundó la Asociación de Críticos e Investigadores de Teatro de la Argentina y varias revistas especializadas. Además, fue jurado en concursos de teatros nacionales e internacionales y docente del Instituto de Cinematografía y de la Universidad de Puerto Rico. Por otra parte, produjo obras de teatro independiente, entre ellas Final de partida, La dama boba y El zoo de cristal. También publicó algunos ensayos, como El teatro de Armando Discépolo (1968) y Tadeusz Kantor y el teatro de la muerte (1984). Fue director de revistas de teatro como Teatro XX y Teatro, la publicación oficial del Teatro San Martín y luego del Complejo Teatral. Recibió dos premios Konex y el nombramiento de Personalidad Destacada de la Cultura por parte de la Legislatura porteña y el doctorado Honoris Causa de la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo, del mismo modo que recibió elogios y reconocimientos por su labor en la dirección general del San Martín a lo largo de treinta años (entre otros logros, gestionó la visita de grandes figuras, como la coreógrafa Pina Bausch, el director polaco Tadeusz Kantor, Dario Fo y Vittorio Gassman), Staiff fue severamente criticado por su permanencia en el cargo tanto en dictaduras militares como en gobiernos democráticos. De hecho, ha sido prácticamente el único funcionario notorio de la anterior dictadura que continuó bajo democracia. Se lo ha acusado (y en alguna declaración pública lo aceptó, como en el documental Prohibido, de Andrés di Tella) de la tutela de listas negras durante los años de la última dictadura cívico-militar, excluyendo tanto autores como actores de la programación del San Martín. En su momento, Pacho O’Donnell denunció que Staiff levantó una obra suya anunciada para la temporada de 1981, Toroblas torobles, respondiendo a exigencias de los servicios de inteligencia de la Marina.

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En cualquier caso, el trabajo de Staiff al frente del San Martín le permitió obtener la distinción del gobierno francés como Officier de L’Ordre des Arts et des Lettres.