El reestreno de la ópera "Idomeneo", de Mozart, retirada en septiembre de cartelera por una controvertida escena sobre Mahoma, transcurrió sin incidentes ayer en Berlín.
La puesta en escena del iconoclasta Hans Neuenfels de esta obra de 1781 en el teatro de la Deutsche Oper fue aplaudida por una sala colmada en medio de estrictas medidas de seguridad, constató la agencia AFP.
Los espectadores, acogidos por numerosos camarógrafos y fotógrafos de prensa, se sometieron a controles de seguridad en las puertas de acceso mientras sus teléfonos portátiles eran inspeccionados uno por uno, bajo la atenta mirada de numerosos policías uniformados o de civil.
"Jamás hemos utilizado tal dispositivo de protección para una ópera", declaró Bernhard Schodrowski, portavoz de la policía.
La escena más controvertida del espectáculo, durante la cual Idomeneo, figura de la mitología griega, toma las cabezas decapitadas de Buda, Poseidón, Jesús y Mahoma en señal de revuelta contra los dioses, suscitó aplausos, risas y uno o dos abucheos.
Antes, las cuatro divinidades habían sido sometidas a duras pruebas en la puesta en escena de Neuenfels, especialmente cuando terminan en calzoncillos sobre el escenario.
"¡Bien hecho!", gritó un espectador ante la aparición de la cabeza decapitada de Jesús, mientras que un aislado "¡bravo!" resonó cuando le tocó el turno a Mahoma, en medio de uno o dos abucheos.
Esta escena final de escasos segundos, que pasó desapercibida durante su estreno en 2003, fue la responsable de su retirada de cartelera en septiembre por temor a represalias.
En ausencia de amenazas terroristas concretas, y frente a una fuerte polémica, la directora de la Deutsche Oper, Kirsten Harms, tuvo que dar marcha atrás y reponer la obra.
"Se trata de un acontecimiento sumamente político", dijo el alcalde de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, ante los periodistas a su salida de la sala. "Fue una puesta en escena sobre la libertad del arte, y en ese sentido fue un éxito", agregó.
El presidente de la Comunidad Turca de Alemania, Kenan Kolat, dijo por su parte que "ha habido una crítica a todas las religiones, y es algo que puedo y debo aceptar". Kolat invitó a los altos responsables de la comunidad musulmana a ver la obra y formarse una opinión.
El gobierno había propuesto a numerosos representantes musulmanes a asistir al espectáculo, pero algunos se abstuvieron, en particular el secretario general del Consejo Central de los Musulmanes de Alemania, Aiman Mazyek, y el presidente del Consejo del Islam, Ali Kizilkaya.
"Me opuse y sigo estando firmemente opuesto a la desprogramación de Idomeneo", explicó Mayzek, quien sin embargo dijo que se sentía "políticamente instrumentalizado" con esta invitación.
La libertad supone también que "cada uno pueda decidir no asistir" a una puesta en escena irrespetuosa, subrayó Kizilkaya.