CARACAS.- El presidente venezolano Hugo Chávez celebró este lunes junto a sus aliados el Bicentenario de la independencia del país, una fiesta con alto componente militar que comenzó ante la tumba de Simón Bolívar y terminará en una cumbre del ALBA, centrada en la "definitiva independencia".
"Más nunca Venezuela será colonia 'yanqui' ni colonia de nadie. Llegó la hora de nuestra verdadera independencia, 200 años después", clamó Chávez durante un impresionante desfile militar en el que subrayó que su gobierno y sus adeptos están "preparándose para defender hasta el último milímetro de esta patria sagrada".
Los últimos efectivos militares adquiridos por Venezuela, como los cazas rusos Sukhoi-30 o los aviones de combate chinos K-9, las milicias entrenadas para defender la patria, diversos batallones de soldados y agrupaciones de países amigos como Belarús, Argentina, Brasil, Argelia, Cuba o Nicaragua, desfilaron en esta gran parada militar de unas cuatro horas.
Chávez había prometido un desfile nunca visto en el que todos los logros de su revolución estuvieran presentes y así fue. A los efectivos militares se unieron deportistas, indígenas, grupos musicales o trabajadores de las empresas petroleras, entre otros.
"Aquí hay revolución de valores e ideas. Nuestros pueblos han resucitado de la tumba para no dormir más nunca", recalcó el jefe de Estado.
En esta fecha tan importante, Chávez estuvo acompañado por los presidentes Cristina Fernández (Argentina), Raúl Castro (Cuba), Daniel Ortega (Nicaragua), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Leonel Fernández (República Dominicana).
También estuvieron los primeros ministros de Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas. La jornada arrancó con una ofrenda floral ante los restos mortales del Libertador, Simón Bolívar.
"Doscientos años hace hoy, exactamente, de aquel día en que se inició el proceso de independencia de nuestro pueblo. Caracas desde siempre fue una cuna del fuego que luego contribuyó a encender toda la pradera", explicó Chávez.
Durante el desfile militar, iniciado bajo la consigna "Patria socialista o muerte ¡Venceremos!" se quiso mostrar la fidelidad de las Fuerzas Armadas venezolanas al proyecto de Chávez.
El general Celso Canelone, a cargo de la parada, aseguró que los 12.000 participantes en ella eran "combatientes socialistas, antiimperialistas y revolucionarios".
"Aquí estamos juntos y somos de nuevo una sola cosa: civiles y militares unidos, pueblo y milicia, garantizando la independencia de Venezuela", dijo Chávez, vestido con uniforme de gala y boina roja, y sentado durante el desfile a la izquierda de Raúl Castro.
A las celebraciones del Bicentenario no fueron invitados los líderes de la oposición venezolana. Algunos de ellos, reunidos en una plaza de Caracas instaron a "defender la democracia" y a no olvidar que el 19 de abril es la fiesta de la independencia todos los venezolanos.
Tras el desfile, Chávez y sus invitados acudieron a la Asamblea Nacional (Parlamento), dominado por el oficialismo, donde la presidenta argentina fue la oradora de honor.
En su discurso Cristina Fernández consideró que la unidad latinoamericana es indispensable para la liberación definitiva de la región y reinvidicó los "derechos sagrados" de los pueblos a la libertad y la igualdad.
"Este Bicentenario encuentra a los pueblos de América del Sur en una nueva etapa de transformación que yo denomino una segunda independencia", declaró.
"Ante un mundo que se ha vuelto a derrumbar (...) debemos reinterpretar la historia, fundamentalmente en algo que propiciaron aquellos libertadores y que fue lograr la unidad latinoamericana", agregó.
Todos los mandatarios participarán el lunes en la noche en una cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), iniciativa de integración regional impulsada por Venezuela y Cuba.
El 19 de abril de 1810 se instaló en Caracas una primera forma de gobierno autónomo mientras que en España el rey Fernando VII había sido depuesto por las tropas napoleónicas.
