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10 libros imprescindibles de filosofía para lectores que no leen filosofía Galería de fotos

20190212 Nota Filosofia Socrates
libros filosofia | Cedoc Perfil

¿Por qué lectores que no leen filosofía leerían filosofía? Esta es una buena pregunta. ¿Qué decirle a un lector que lo induzca a la leer libros de filosofía? Lo mejor es prometerle que hay textos filosóficos, y notables, que no exigen una especial formación para leerlos y –lo que es más complicado– comprenderlos. ¿Pero es cierto eso? A  medias o, mejor a veces sí y otras no. En la filosofía occidental no faltan obras de una enorme complejidad y leerlas exige un esfuerzo nada menor y una gran paciencia. Estas obras, que no son tantas, requieren siempre de relecturas y de un lento acceso, cuando no recurrir a introducciones y comentaristas. En cambio, otros libros filosóficos se prestan a una fácil lectura o no demasiado trabajosa. Esto conlleva cierto riesgo, aunque no lo parezca. El riesgo es que el lector crea que capta los conceptos de tal o cual filósofo de manera que le resultan transparente como el agua, cuando en realidad no ha hecho más que una lectura superficial.

Por sus propias características, los textos filosóficos suelen no desplegarse con total claridad. Aun los que parecen más claros, siempre tienen alguna zona de oscuridad. Aquellos que se interesan por la filosofía, sin considerarse más que aficionados o estudiosos de ella, muchas veces reclaman una mayor nitidez expositiva. El punto es que muchas veces no es posible y, además, si se atraviesa cierto umbral a la búsqueda de reducir las dificultades de comprensión, sucede que se tergiversa todo. Entonces ya no se registra un concepto o un conjunto de ellos (por ejemplo, de Kant) sino algo que se le parece asintóticamente, una especie de sustituto cómodo, adoptado a nuestros prejuicios y creencias. En una palabra, la lectura filosófica tiene poca relación con la lectura de novelas y relatos, si bien existen novelas filosóficas o narraciones de temas filosóficos, como algunas grandes novelas de Dostoyevski.

De todas maneras, si los lectores de géneros narrativos (es decir, de historias) pretenden leer libros de filosofía y afrontar las dificultades de la experiencia, menos traumática de los que muchos de imaginan, lo conveniente es que empiecen por algunos textos más o menos destacados y no con cualquiera. Además, no es recomendable leer historias generales a la filosofía adjudicándoles un saber superior o apodíctico. Tampoco libros de divulgación filosófica. Estos cumplen una función necesaria en la sociedad de masas, pero sólo dan una visión muy vaga de los problemas verdaderamente filosóficos. Si se puede, se debe leer a los filósofos que nos interesan, sin mediadores. Es cierto que algunos de ellos presentan importantes obstáculos al lector común. Por eso, y sólo una vez que se comprueba que no hay manera de leerlos comprensivamente, conviene recurrir a los comentaristas e intérpretes. La lista de diez libros que sigue ha sido confeccionada atendiendo a estas cuestiones, insalvables si los lectores que no leen filosofía quieren –al menos por curiosidad– aproximarse a ella con alguna esperanza de éxito.   

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1. La invención de la filosofía de Néstor Cordero. Manual de filosofía antigua (presocráticos, Sócrates, Platón, Aristóteles, filosofía helenista) para principiantes, muy accesible y llano, pero riguroso conceptualmente. Cordero es un profesor argentino de filosofía, radicado en Francia desde 1979, especializado en filosofía griega.   

 

2. El banquete o El simposio de Platón. Uno de los diálogos fundamentales de madurez de Platón, y uno de los más logrados literariamente, en donde expone su teoría del amor. En ella aparece el principal “personaje conceptual” (diría Deleuze) de la obra platónica: Sócrates. Sin embargo, el personaje que expone la doctrina erótica de Platón es una mujer, Diotima. Es una excelente introducción a la metafísica de las Ideas.

 

3. Ética nicomáquea o Ética a Nicómaco de Aristóteles. Primer texto de la filosofía occidental que se propone como una ethiká (de ethos: “modo de ser”, “costumbre”). Si bien Aristóteles no funda la ética (según él mismo, el primer que se ocupa de ello es Sócrates), desarrolla la primera ética fundamentada. En ella trata centralmente el concepto de eudaimonia (“felicidad”) y las virtudes éticas. Para Aristóteles, sin embargo, la ética se realiza en la política.

 

4. La cultura cristiana y San Agustín de José Antonio García-Junceda. Agustín de Hipona, formado en el neoplatonismo (como la mayoría de los primeros pensadores cristianos), escribió una vasta obra. Ha contribuido, como pocos, a la constitución de los dogmas de fe de teología cristiana. El libro de J.A. García-Junceda ( profesor de historia de la filosofía antigua y medieval de la Universidad Autónoma de Madrid) consigue una sintética introducción al pensamiento de San Agustín, muy ilustrativa del lugar de la criatura humana en el orden de la Creación divina.

 

5. Meditaciones metafísicas de Descartes. Publicado en 1641, uno de los textos fundacionales de la subjetividad moderna y, por lo tanto, del giro de la filosofía luego de la escolástica medioeval. Desde el punto de vista literario, es el soliloquio de un ego encerrado en los dilemas de ser una conciencia pensante. En ese sentido, puede leerse como una novela, siempre y cuando no se olvide que se trata de una posición metafísica (una ontología) basada en la evidencia del yo.  

 

6. Prolegómenos a toda metafísica futura considerada como ciencia de Kant. Leer la Crítica de la razón pura de Kant, una de las grandes obras de la historia de la filosofía, no supone una tarea sencilla, tanto por su estilo como por su extensión y trama conceptual. Pero tal vez los Prolegómenos, donde Kant intenta explicar y aclarar la Crítica, resulte más fácil de leer. No es seguro, pero vale la pena intentarlo.   

 

7. Introducción a la filosofía de la historia de Hegel de Jean Hyppolite. Hegel presenta un desafío a cualquier lector, incluido el iniciado en los arcanos de la filosofía.  Maestro del puro concepto y la reflexión pura, sumamente complejo, excepcionalmente sus libros se leen sin escollos. Por otra parte, nadie duda de su importancia decisiva en la historia de la filosofía occidental. Hyppolite es un reconocido especialista en Hegel, aunque sus tratados sistemáticos sobre la metafísica hegeliana no se caracterizan por la claridad. La excepción es esta breve Introducción a la filosofía de la historia de Hegel.   

 

8. La miseria de la filosofía de Marx. Primer libro publicado por Marx, en 1847, en respuesta a una obra de Proudhon (Filosofía de la miseria),  en el que plantea el análisis de la realidad histórica en los términos de la economía política. Aquellos que se interesan por el pensamiento de Marx como tal (aparte de los diversos marxismos que han surgido, como el marxismo-leninismo) deberían empezar por este texto, que se presenta como un esbozo del método que desarrolla en los escritos posteriores.

 

9. Humano, demasiado humano de Nietzsche. Segundo libro del “maestro del pensamiento peligroso”, publicado después de El origen de la tragedia, cuando ya se ha debilitado la influencia de Schopenhauer. Nietzsche maneja un estilo de escritura muy engañoso, porque muchas veces se tiene la impresión que uno comprende perfectamente lo que plantea, cuando no ha captado más que la superficie burbujeante del pensamiento nietzscheano. En Humano, demasiado humano (un libro de fragmentos) todavía no ha perfeccionado ese estilo de enmascaramiento y eso permite un acercamiento más directo. 

 

10. Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer. A pesar de todo, este es el texto central de la llamada Escuela de Frankfurt y, en esa medida, uno de los textos filosóficos fundamentales del siglo XX sobre el problema de la dominación (o el sometimiento) político. Publicado por primera vez en 1944 en Nueva York, en una tirada de 500 ejemplares y en alemán, la Dialektik der Aufklärung hoy no ha perdido nada de vigencia. Eso sí, una advertencia: lectores optimistas a ultranza, abstenerse.