CULTURA

Plata hirviente

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Piglia no tuvo suerte con Plata quemada, como si una especie de maldición se hubiera apoderado de esta crónica-novela, que según el periodista Leonardo Haberkorn fue primero narrada, obviamente en un segmento, por un cronista anónimo del diario Acción de Montevideo, en 1965. Las pruebas que proporciona son irrefutables. Sus investigaciones son recientes y pueden leerse en su blog.
El premio que Planeta le otorgó a su novela recibió una condena por parte del tribunal que examinó la demanda de Gustavo Nielsen, por existir “predisposición o predeterminación del premio en favor de la obra de Ricardo Piglia”. Según los jueces, el premio abundaba en irregularidades, que convirtieron a Piglia en codeudor de la sanción aplicada a la editorial. “Piglia, o más específicamente su obra, no debió postularse para la obtención del premio”, pues “se encontraba vinculado contractualmente con la editora Espasa Calpe Argentina desde junio de 1994”, lapidaba el fallo. Esto significó a su vez el fin del gerente Guillermo Schavelzon, reconvertido en importante agente literario, que tuvo a Piglia como su primer representado y presente en el Premio Formentor.
En 2004, Tomás Abraham escribió un artículo sobre el mayor susto de Piglia a causa de Plata quemada: “La demanda entablada en 1999 por Blanca Rosa Galeano por aquella cifra descomunal produjo una fuerte depresión en el ánimo de Piglia, que se ensombrecía aun más al ver la acción ineficiente de su abogado y la indiferencia de la editorial, que se desligaba de toda responsabilidad respecto de la trama de la obra y de las consecuencias legales que concitaba”. La demanda por un millón de pesos era por haberla convertido en personaje de la novela sin su consentimiento (el autor había mentido sobre una supuesta entrevista con Galeano), produciéndole un daño moral irreparable. Piglia escapó por un pelo a la amenaza, ya que el juez aceptó el argumento literario (al parecer urdido por Aira) de que, bajo su pluma, cualquier persona se volvía ficcional, incluido el propio Piglia.