El cineasta y militante K Víctor Ramos salió al cruce de las críticas de Pacho O’Donnell en torno a la crisis que vive el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego y aseguró que los planteos en su contra tienen que ver con la interna que protagoniza con la gestión de la ministra de Cultura, Teresa Parodi.
O’Donnell, fundador del organismo, había pedido su disolución. Tras ello, Ramos, extitular del Museo del Cabildo y presidente en licencia del Instituto Dorrego, dio a conocer su postura, a través de la siguiente carta:
“Pacho pretende clausurar una discusión que no puede sostener. Y no quiere quedar vinculado con las críticas que vengo realizando a la Ministra Teresa Parodi y a la agrupación La Cámpora de Máximo Kirchner.
Como Presidente del Dorrego (Pacho O´Donnell renunció a principios de 2014) me he manifestado contra las políticas de Teresa Parodi y las ‘metodologías’ persecutorias de La Cámpora.
Lo hago con la libertad de expresión que me da la democracia y un movimiento amplio y plural como el peronismo.
El peronismo sin debate y lucha interna no existe. Estaría muerto. Y Pacho propone ‘suicidarlo’ o mejor dicho ‘fusilarlo’. ¿Qué quiere matar Pacho? Las disidencias, la confrontación política, el debate.
La Cámpora se viene comportando como la Policía Política de la Secretaría de Cultura, analiza los historiales de persona por persona, cuestiona a los docentes que considera que no están en ‘la línea’ como el caso del calumniado profesor Mario Casalla. Y ahora revisa la renovación de los contratos, uno por uno, Franco Vitali personalmente. Lo vengo denunciando en las reuniones desde mundovilla.com
En su carta donde propone ‘fusilar’, el único párrafo con contenido político de O´Donnell es el siguiente:
‘No eran Luis Alberto Romero, ni Beatriz Sarlo nuestros peores enemigos. Estaban adentro. Que las lacras de hoy no nos contaminen también la memoria’.
Pienso que Pacho tiene razón.
Para Pacho, soy el virus maldito, la basura que contamina la memoria ‘del relato’ del Dorrego. Soy una mancha negra que se expande. Por eso Pacho quiere disolver el problema cuanto antes. Mi pecado mortal: he osado criticar a nuestra Jefa, la Ministra Teresa Parodi y a La Cámpora de Máximo Kirchner.
Fue por eso que algunos miembros de la Comisión Directiva, en un ataque de obsecuencia compulsiva, emitieron una declaración de repudio a mi persona, ideas y declaraciones.
Según me acusan, ¡yo ya estaría con los Fondos Buitres!
Mi pedido de licencia como Presidente del Dorrego fue justamente para facilitar el funcionamiento del Instituto debido a mis diferencias con la ministra Parodi, de quien dependemos administrativamente. Pero no sirvió para nada. El boicot fue permanente.
No soy cómplice de la ministra Teresa Parodi con la discriminación que sufrió el Instituto Dorrego desde que asumió la cartera del Ministerio de Cultura. La señora Parodi no autorizó los gastos para realizar el ‘Congreso Nacional de Revisionismo Histórico Argentino’. Tampoco la realización del ‘Congreso de Revisionismo Histórico Iberoamericano’. Se congelaron los pagos a los proveedores, se recortaron los servicios y se limitaron los viajes. El personal de limpieza no cobra desde hace tres meses.
Pero Ricardo Forster y Carta Abierta no tuvieron problemas de vientos ni tempestades y mucho menos de flujos financieros para todas sus actividades y su esplendoroso y promocionado: Congreso Argentino y Latinoamericano. Y desde su Secretaría de ‘Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional’ maneja los recursos que burlaron al Instituto Nacional Dorrego.
Es una cuestión política el vaciamiento del Dorrego. No es de ‘adentro’ sino por parte de Parodi, Forster y Vilati (La Cámpora) quienes hacen el juego a los enemigos del ‘pensamiento nacional, popular y latinoamericanista’.
Por mi parte, nunca renuncié a un espíritu crítico. Creo que la diversidad no debilita, sino lo contrario.
Tampoco renuncio al apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quien hemos compartido desde la inauguración de la Casa de la Cultura de Villa 21 en Barracas, convirtiéndola en sede del Ministerio de Cultura hasta la conformación del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego. Y por sobre todo, ¡comparto con ella la militancia por la Patria Grande, soberana y sin fronteras!”