El español Carlos Sainz, quien se accidentó en el Rally Dakar Argentina-Chile 2009 cuando ganaba cómodamente la clasificación de autos, continuó quejándose al regresar a su país donde aseguró que "a la organización se le ha ido la mano" y cuestionó las indicaciones recibidas al sostener que "el libro de ruta hacía tres días que no estaba al nivel mínimo que se requiere para una prueba de ese nivel".
"Creo que más no podía hacer. Luché por estar en cabeza para ganar y casi al final un error del libro de ruta nos ha dejado fuera de carrera", lamentó Sainz, quien en la duodécima etapa desbarrancó en un pronunciado desnivel del terreno, en un incidente que causó lesiones a su copiloto, el francés Michel Perrin.
Las previsibles críticas de Sainz habían sido anticipadamente contrarrestadas por el director deportivo del Dakar, David Castera, quien aseguró que "el roadbook estaba bien, ellos se habían perdido unos kilómetros antes y después se cayeron al barranco. Antes que Carlos habían pasado tres pilotos, De Villiers, Miller y Gordon y a ninguno les pasó nada porque iban en camino correcto".
Sainz contó que tenían "la victoria relativamente sencilla con casi media hora de ventaja que llevábamos, pero en el Dakar sabemos por experiencia que hasta que no se acaba no se puede contar con la victoria", añadió el exitoso conductor de Rally.
El español advirtió, sin embargo, que "en esta ocasión caímos en una trampa de verdad, con el inconveniente de que podía haber sido mucho más grave y gracias a Dios no lo ha sido".
Sainz insistió en que el desbarrancamiento se debió a las indicaciones de "un libro de ruta que llevaba ya tres días que no estaba al nivel mínimo que se requiere en una prueba así. Es nuestra guía y cuando empiezas a ver que no está correcto, la pasas mal".
"Hay muchas ilusiones, hay gran esfuerzo de las marcas y hasta el riesgo que corremos no pueden quedar en manos de un libro de ruta que debería ser mucho más escrupuloso y detallado", añadió.
Ante una consulta puntual de la prensa española, Sainz dijo que supone que "los organizadores tenían un problema y encontraron en Argentina y Chile un terreno muy similar al de Africa" y calificó de "espectacular por donde nos han llevado, pero también han querido que nadie echara de menos Africa y se les ha ido la mano". "Me remito a la cantidad de abandonos, las cosas que han pasado y la cantidad de etapas que han tenido que acortar", completó.