De tocar el cielo a besar la lona. Con esa frase podría describirse el presente del equipo argentino de Copa Davis, que puede pasar, en menos de un año, de festejar el primer título de su historia a descender del Grupo Mundial tras 15 años de permanencia. Es que ayer, el actual campeón de la Davis quedó 1-2 ante Kazajstán en la serie de repechaje luego de que Máximo González y Andrés Molteni perdieran con Timur Khabibulin y Aleksandr Nedovyesov por 5-7, 6-4, 7-5 y 6-4 en casi tres horas y media de juego.
El conjunto que dirige Daniel Orsanic está obligado a ganar los dos puntos que restan jugarse para no regresar a la Zona Americana, luego de haber ascendido en 2001. En ese contexto, hoy desde las 5 Diego Schwartzman se medirá con la mejor raqueta de los kazajos, Mikhail Kukushkin, y en el caso de lograr ese punto, saltarán a la cancha el bahiense Guido Pella y Nedovyesov, quien se ganó el puesto con su actuación en el dobles y reemplazará a Dmitry Popko.
La serie en Astana comenzó ayer con la derrota de Pella ante Kukushkin, y continuó con el triunfo de Peque Schwartzman sobre Popko. Luego del primer día, el capitán argentino Daniel Orsanic puso en el dobles a los especialistas Machi González y Molteni, aunque ambos rindieron en un nivel muy bajo y perdieron con una pareja que se armó a último momento. En ese sentido, el capitán kazajo Dias Doskarayev movió piezas y sacó de la formación a Kukushkin, su mejor jugador, para reservarlo con miras al partido ante Schwartzman.
Así, Khabibulin, el mejor doblista kazajo, fue la novedad dos veces, primero en la semana cuando ingresó al equipo para reemplazar a Denis Yevseyev, y ayer cuando entró en lugar de Kukushkin en un cambio estratégico de los kazajos.
La pareja argentina, que había ganado en marzo de este año el Challenger Copa Ciudad de Tigre, diagramó un planteo táctico que consistía en soportar la potencia de los kazajos para después construir el punto, pero eso únicamente resultó en el primer set, que ganaron por 7-5. En ese parcial, los argentinos lograron dos quiebres (uno a Nedovyesov y el otro a Khabibulin), soportaron uno (a Molteni) y controlaron la ofensiva del dobles kazajo, que atacaba siempre desde el servicio.
La pareja local comenzó a dominar desde el segundo set, cuando Molteni, tensionado y con un servicio flojísimo para una serie de un Grupo Mundial de Copa Davis, cedió su saque y luego el parcial se escapó 6-4.
Lo que siguió fueron dudas y nervios que se tradujeron en errores; así se perdió el tercer set por 7-5 y el cuarto 6-4, ante una pareja kazaja que se armó a último momento y, sin embargo, se llevó la sonrisa final.