Al frente de Quilmes, el verborrágico Ricardo Caruso Lombardi sigue dando muestras de lo filosa que es su lengua. Esta noche, tras el empate sin goles de sus dirigidos ante Argentinos Juniors, apuntó en La Paternal a supuestos errores arbitrales en contra de su equipo de una forma muy particular: “Aníbal Fernández se va a tener que vestir de árbitro para que ganemos un partido”, dijo.
De esa manera, Caruso mandó también un tiro por elevación a quienes decían que Fernández (jefe de Gabinete y vice 1º del club quilmeño en ejercicio de la presidencia por la licencia del titular José Luis Meiszner) iba a mover influencias para que los cerveceros no descendieran.
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