Argentina vivirá un fin de semana deportivo de emociones, porque al debut de la selección de fútbol ante Chile en las eliminatorias para Sudáfrica 2010, se le suma el sueño de una nueva hazaña de Los Pumas en el Mundial de rugby.
Argentina sueña con vencer el domingo por primera vez en la historia a Sudáfrica y pasar a la final en el Mundial de Francia. Los medios siguen nutriendo sus espacios con abundante material sobre Los Pumas, aunque resulta difícil para un país futbolero despegarse del imán que significa la presencia de Lionel Messi, Carlos Tevez o Juan Román Riquelme.
Por eso, por primera vez en semanas, el rugby debió compartir la vidriera mediática con el fútbol, algo que impactó hasta en la venta de camisetas. "Las de rugby se vendieron como pan caliente estos días pasados, pero ahora bajó la demanda y la gente pide las de Messi y Tevez", dijo un vendedor de una tienda en pleno centro de Buenos Aires.
Pero la fiebre por el rugby sigue fuerte. "Todo el país habla de ustedes; algunos con más idea que otros, pero todos destacan el amor por la camiseta, el compañerismo y el esfuerzo que muestran en cada presentación", resumió Santiago, un hincha de la sureña ciudad de Bahía Blanca, en un mensaje que le envió al plantel a través de la página web de la Unión Argentina de Rugby (UAR).
Ese es el sentimiento generalizado de los argentinos a la hora de evaluar a su selección en un deporte muy lejos del fútbol en la consideración popular, pero que vive las semanas de más popularidad de su historia.
Los Pumas se ganaron a los argentinos con su gran espíritu de lucha, compañerismo y solidaridad, por su trabajo, disciplina y entrega.
En esa "explosión" del rugby "confluyen varios factores" dijo Marcos Julianes, presidente del Virreyes, uno de los tantos clubes de rugby de Buenos Aires que trabaja fundamentalmente con niños y jóvenes.
"Gran parte de la explosión se debe a los medios. No dejan de ser partidos de rugby como tantos que se juegan en el mundo", dijo el dirigente al alertar sobre los riesgos.
"Si dejamos que la IRB (International Rugby Board) nos diga cómo tiene que ser la estructura profesional para lograr mejores jugadores de elite, estamos matando lo que tenemos de bueno", advirtió.
En este contexto se disputará el decisivo partido del domingo ante los sudafricanos en París, rivales a los que nunca se les ganó en partidos oficiales.
Si fuera por la confianza que derrochan Los Pumas, la clasificación estaría asegurada. " Vamos a salir a ganar el partido, vamos por la final. Este equipo no se va a dejar pasar por arriba. El objetivo no está completo. No me siento en el lugar de Escocia que dijo que estaban satisfechos hasta los cuartos y lo que viniera después era un extra, un plus", aseguró el jugador Ignacio Corleto.
Y como en el Mundial de Francia hubo ya más de un resultado inesperado, ya no sería una sorpresa que Los Pumas dieran vuelta la historia, le ganaran a Sudáfrica por primera vez y se metieran en la final. Además de una hazaña, sería un "milagro" capaz de desatar una inédita fiesta nacional.