Daniel Zitka, guardameta del Anderlecht, fue ayer protagonista de un suceso que ha provocado enorme revuelo en el fútbol belga.
El internacional checo se lesionó de gravedad al salir a por un balón, sufriendo una fractura en la pierna y la pérdida de dos dientes por el brutal choque.
Tuvo que entrar obviamente la camilla para llevárselo del campo, pero cuando estaba siendo transportado, uno de los enfermeros tropezó, soltó la camilla y el desgraciado portero cayó nuevamente al suelo, ante la perplejidad de todo el estadio.
Y para sumar detalles insólitos, mientras presenciaban la situación, los comentaristas no pudieron aguantar la risa y comenzaron a las carcajadas en cámara. El único que no se reía era el pobre Zitka...
Fuente: www.20minutos.com