Arsenal conquistó una histórica victoria en México

Arsenal dio esta noche otra muestra de que el segundo semestre de 2007 parece preparado a la medida de los equipos chicos de la Argentina, ya que logró una notable e histórica victoria por 3-2 ante el América de México, en el Azteca, en el partido de ida por la final de la Copa Sudamericana.

La alineación local estuvo dos veces arriba en el marcador, por aciertos del paraguayo Salvador Cabañas y Alejandro Argüello, pero Arsenal se sobrepuso con una conquista de Aníbal Matellán y otras dos de Alejandro Gómez.

El encuentro desquite se jugará el miércoles de la semana próxima en el Cilindro de Avellaneda. Arsenal arribará a ese compromiso como favorito, porque prevaleció como visitante y los goles fuera de casa se cotizan doble.

La primera media hora del partido fue de dominio abrumador del América porque sus futbolistas pusieron en evidencia su mayor jerarquía individual.

Cabañas e Insúa les generaron problemas con frecuencia a los habitualmente solventes defensores visitantes.

El primer gol fue justamente producto de esa sociedad entre el paraguayo y el argentino, ya que el Pocho puso el centro al claro y Cabañas encontró el lugar adecuado ingresando por detrás de los componentes de la retaguardia sureña.

Pareció que todo iba a ser fácil para los locales, pero Arsenal sacó provecho de su capacidad para el juego áereo y llegó al empate por un cabezazo de Matellán, a los 30 de la etapa inicial.

Este acierto de Matellán fue clave para el desarrollo del cotejo, porque el conjunto de Sarandí terminó de serenarse al mismo tiempo que los mexicanos empezaron a perder seguridad.

Tanto en ese capítulo como en el siguiente el juego resultó friccionado, y por momentos hasta malintencionado, y todo ocurrió por culpa de los futbolistas y la falta de personalidad del árbitro paraguayo Ricardo Grance.

El segundo episodio había comenzado con más fricciones y discusiones, pero a los 8 minutos Cabañas dio una lección de como proteger la pelota de espalda al arco contrario y en el momento adecuado habilitó a Argüello para que definiera de frente con un bombazo cruzado de derecha, inatajable para Mario Costas y para cualquier arquero del mundo.

Una vez más Arsenal reaccionó de la mejor manera ante la adversidad y José Luis Calderón se valió de su mano izquierda para bajar una pelota y luego cedérsela al Papu Gómez, quien batió a Francisco Ochoa.

Respaldado por el batallador Andrés San Martín, la gran jerarquía de Calderón y todo el atrevimiento de Gómez la formación sureña logró el tercer tanto, el de la hazaña, por lo que valió en México y lo que se cotiza de cara al desquite.

Fue en el minuto 20 cuando un mal rechazo de cabeza de un defensor local activó el contraaque que le permitió a Gómez anticiparse en el área rival para establecer el segundo gol de su cosecha personal y el tercero de los de Alfaro.

A partir de entonces Arsenal se dedicó a tratar de controlar la situación y lo logró ante la desesperación y la insistencia de los mexicanos.

El equipo del Viaducto resistió inclusive cuando se quedó con un jugador menos, a los 34, por la expulsión del capitán Carlos Casteglione, a quien se acusó de agredir a un adversario.

Arsenal ratificó así su notable rendimiento en esta competencia internacional, ya que llegará al partido decisivo de la semana próxima invicto y como sorprendente favorito para obtener el título.

Fuente: DyN