Nueva York.- El inglés David Beckham jugó por primera vez un partido completo de la liga estadounidense de fútbol y brilló con tres asistencias de gol que, sin embargo, no sirvieron para que su equipo, Los Angeles Galaxy, ganara en Nueva York.
El equipo New York Red Bulls derrotó anoche a los Galaxy por 5-4, pese al buen estado físico mostrado por Beckham, al que ya se vio recuperado de su lesión de tobillo, por lo que podrá jugar el miércoles en Londres en el amistoso entre Inglaterra y Alemania.
Un total de 66.237 espectadores siguieron el partido de fútbol en el Giants Stadium, la mayor cifra de asistencia a una cancha en la liga estadounidense desde el debut del brasileño Pelé con el Cosmos de Nueva York en 1980 ante Fort Lauderdale.
El centrocampista de 32 años maravilló a todo ese público, pero se fue con las manos vacías de camino al aeropuerto, donde tomó un avión hacia Londres, donde celebrará el miércoles en el estadio de Wembley su partido internacional número 97 con la casaca "pross".
La actuación durante los 90 minutos del ex jugador del Real Madrid sobre el césped artificial del estadio neoyorquino no dejó dudas de que su recuperación es un hecho.
El Giants Stadium vivió un momento de recuerdo y nostalgia al recordar lo que se vivió con la llegada a la "Gran Manzana" de Pelé hace 27 años. Entonces más de 70.000 personas acudieron al estadio para ver al astro brasileño y al alemán Franz Beckenbauer con la camiseta del Cosmos.
"Es una sensación genial y un gran honor poder jugar ante todo este público. Ojalá se mantenga este 'boom' pues esto es lo que la liga y el deporte en Estados Unidos necesitan", dijo entusiasmado Beckham.
Antes de su llegada con los Galaxy la media en los últimos diez partidos de los Red Bulls en el estadio fue de apenas 11.000 espectadores.
Un lanzamiento de corner y otro de falta del "spice boy" sirvieron para que Carlos Pavón anotara los dos primeros goles para los Galaxy en los minutos seis y ocho. Pero Beckham y Pavón no fueron suficientes para evitar la séptima derrota del equipo, que sigue en el fondo de la clasificación.
Los Red Bulls remontaron en un vibrante duelo para terminar ganando por 5-4. "No vivía un partido así desde que tenía nueve o diez años", dijo.
En su primera aparición en Nueva York Beckham provocó reacciones contradictorias. En cada lanzamiento de esquina fue abucheado por los fans locales, pero miles de espectadores llevaban la camiseta de los Galaxy con su nombre y su número.
"Espero que les hayamos dado a todos los espectadores que han venido hoy una buena razón para volver", dijo el entrenador de los Red Bulls, Bruce Arena, tras el espectáculo.
"Esto es como en Europa. Debería haber en cada partido 60.000 espectadores, que diera igual si juega David Beckham o los Kansas City", dijo Mathis, que pasó una temporada en la Bundesliga alemana.
Menos eufórico estaba al final Beckham, que empieza una frenética travesía. Tras el partido del miércoles en Londres, apenas 29 horas después del pitido final, deberá regresar a Los Angeles para jugar el derbi ante Chivas. "Aunque es agotador, es lo que debo hacer. No creo que el estrés influya en mi rendimiento con Inglaterra y los Galaxy", señaló "Becks", que recorrerá 8.700 kilómetros en unas pocas horas.