En uno de sus primeros contactos con la prensa desde que es manager de Boca, Carlos Bianchi calificó como "una situación que no es agradable para nadie" la planteada entre el club y el arquero Mauricio Caranta, quien no se presentó a entrenar hoy con la reserva xeneize en Buenos Aires pese a que, según el Virrey, fue citado para hacerlo y es "el único jugador de Boca que está al día".
"Hoy -dijo Bianchi- Caranta se tenía que presentar a las 18 horas para entrenar con el técnico Abel Alves y 20 compañeros profesionales, que tienen el mismo estatuto de jugadores que él. El representante dice que no recibieron la citación, pero sí la recibió. Hace seis meses Mouche también estaba en esa situación y hoy es una de las máximas esperanzas que tiene Boca".
Bianchi aclaró que, del mismo modo que el arquero lo hiciera en Tandil para constatar que no se lo deja entrenar con los habituales titulares, Boca puso un escribano para constatar la ausencia del arquero en el entrenamiento de la reserva. "Labramos un acta", dijo para dejar en claro que, de continuar faltando Caranta, el club podría inicarle una acción legal por incumplimiento de contrato.
El Virrey arrancó la charla expresando que el arquero "el lunes dijo que iba a hacer una cosa y el martes hizo otra", en referencia a una charla que aseguró haber tenido con Caranta y en la que el guardavallas le habría dicho que no pensaba viajar a Tandil -donde entrena la primera xeneize a las órdenes de Carlos Ischia- como terminó haciéndolo para intentar sumarse a la pretemporada.
"En 24 horas lo hicieron cambiar de idea", dijo Bianchi antes de lamentar el hecho de que "los códigos" de quienes están en el ambiente del fútbol vayan "cambiando". En el mismo sentido, el DT más ganador de la historia xeneize expresó: "La palabra es la palabra para mí, pero para otros lamentablemente no es así".
Bianchi recomendó a Caranta que "trate de jugar al fútbol" y no haga caso a quienes le aconsejan provocar una ruptura de su relación con Boca, ya que ese "no es un buen consejo". Además, recordó que "hace dos meses, Caranta no tuvo problemas en jugar en reserva contra Vélez", y confirmó que "hay un interés" del Atlético Mineiro de Brasil por el arquero.
Pero no sólo para Caranta y su representante tuvo críticas el manager boquense. También, fue blanco de su enojo el dirigente Juan Carlos Crespi, a quien su llegada como manager dejó fuera de la conducción del fútbol xeneize, y a quien primero se refirió diciendo que "no es como dijo que Boca pagó dos millones de dólares por Caranta", sino que "se pagaron 900 mil".
Cuando se le preguntó cómo se sentía ante las críticas del dirigente, no obstante, no obstante, Bianchi prefirió contestar con un tiro por elevación: "Sería darle importancia a lo que dijo Juan Crespi. Yo le dí mucho a Boca, vivo para Boca y estoy tranquilo porque el hincha me conoce y sabe que siempre traté de cumplir profesionalmente", expresó.
El Virrey también se refirió elípticamente a lo hecho por Crespi como responsable del Departamento de Fútbol boquense al decir que el conflicto con Caranta "llevaba tres meses", y que pese a eso "no se le encontró solución y lamentablemente descarriló". Del mismo modo, habló sobre lo sucedido con Neri Cardozo diciendo: " No entiendo cómo se llegó a una situación así. Es una lástima, porque tuvieron un año y medio para resolverlo. Era un jugador interesante para mí".
Otro palito para Crespi y compañía llegó cuando, tras admitir un "desequilibrio" en las finanzas boquenses, Bianchi dijo: "Llegué hace 15 días. No lo hice yo". No obstante, el manager aclaró que "la no venta de Palacio" ayudó a esos problemas financieros, por los que, según él mismo expresó, por el momento Boca no está "pensando en traer ningún jugador".
Habida cuenta de esos inconvenientes, Bianchi insistió en que lo importante en este momento es "pagar los premios del último campeonato". Aunque no sólo para cumplir con esa premisa se mostró inclinado a no encarar grandes inversiones: "No se olviden. Estuve cinco años con Mauricio. Un peso es un peso", ironizó ante la risa general, recordando aquellos tiempos en que, con Macri como presidente y él como DT, Boca ganara todo lo que se le pusiera por delante.