Manel Vich tiene 75 años y se jubiló después de vender ropa infantil durante una vida. Era, también, locutor aficionado en una radio catalana. Un día de 1956, estaba en Les Corts, el estadio que el Barcelona dejaría al año siguiente para pasar al Camp Nou, cuando el jefe de personal del club le preguntó si quería ser la voz del estadio. “No tenemos a nadie que lo haga. Si te interesa, arrancas el domingo que viene”, le dijo. Ayer, 57 años más tarde, Vich anunció por los altavoces del Camp Nou al nuevo entrenador del Barça, Gerardo Martino.
Bona nit. El ex entrenador de Newell’s debutó ayer, y su equipo aplastó 8-0 (no es un error: terminó 8-0) al Santos por la Copa Joan Gamper, con goles de Lionel Messi, Leo en contra, Alexis Sánchez, Pedro, dos de Cesc Fábregas, Adriano y Dongou. El Barça jugó en modo Harlem Globetrotters, por suerte para el campeón de la Copa Libertadores de 2011: si lo hacía en modo Michael Jordan, el partido habría terminado, mínimo, 14-0. También debutó el brasileño Neymar, que llegó a jugar 15 minutos junto a Messi (ver aparte). En la previa, Martino les habló a los hinchas del Barcelona: “Bona nit. Sólo quería decirles la enorme felicidad que supone estar aquí y trasladarles el orgullo de formar parte de este club, y el compromiso mío y de los jugadores de que este sea un año de logros para la institución. Moltes gràcies a tots”. Antes de él había hablado el capitán del equipo, Carles Puyol, que recordó a Tito Vilanova: “Bona nit. Gracias a todos. Antes que nada mandar un abrazo a Tito Vilanova, muchos ánimos y mucha fuerza. Estamos contigo”. Martino había avisado que no tocaría demasiado. Pero también había avisado que iba a pedirles a sus jugadores que presionaran cual perros de caza como hacían con Josep Guardiola. Lo consiguió: el Barça salió a aplastar al Santos, y ya a los siete minutos, ganaba 1-0 con gol de Messi. El Barça obligó al Santos a jugar de espaldas, a revolear la pelota por asfixia. ¡Recién a los 27 minutos entró en cuadro el arquero Víctor Valdés! “Lo que más me gustó fue la presión”, diría Martino en la conferencia de prensa. No era para menos. En el Barcelona, abrir la cancha es innegociable desde hace 25 años, cuando el holandés Johan Cruyff llegó al club. Louis van Gaal siguió en esa línea. Guardiola, ni hablar (alguna vez, Jorge Valdano escribió: “Guardiola es tan fundamentalista que si tiene que jugar un partido en la playa pone a un compañero en la orilla del mar y a otro en la escollera”). Martino, que ya había usado extremos en Newell’s, abrió ayer la cancha así, con Sánchez y Pedro, y el Barça, cual abrelatas, entró por donde quiso. Encima, Xavi e Iniesta movieron los hilos como quisieron, y Messi... bueno, Messi es Messi. El Barça, en definitiva, destrozó al Santos. E inició, de paso, la era Martino.
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