No fue la misma paliza de la primera ronda (36-0) que Sudáfrica le propició a Inglaterra, sin embargo, en el marco de la final de la VI Copa del Mundo de Rugby que se disputó en Francia, los Springbocks vencieron con autoridad a La Rosa por 15-6 coronándose nuevos justos campeones.
El conjunto africano -que llegó a la final tras vencer a Los Pumas por un claro 37-13-, impusieron su superioridad ante una Inglaterra que jamás pudo hacer nada ante la firmeza de los Springbocks, que volvieron a demostrar una gran concentración en un partido clave.
Jugado en el Stade de France, en Saint Denis, el encuentro se definió en la fortaleza que el seleccionado africano posee tanto en los fowards como en los tres cuartos, además de una gran segunda línea, merecedora de importante respeto, que cuenta con dos jugadores desequilibrantes como Percival Montgomery (fullback) y el veloz wing Bryan Habana.
Por su parte, a Inglaterra, no le alcanzó con el aporte del compacto pack de forwards y su apertura, el mejor jugador del Mundial de 2003, el reaparecido Jonny Wilkinson, quien se convirtió, aquí en Francia, en el mayor anotador de puntos en la historia de los mundiales.
En definitva, tal como especularon las casas de apuestas -Sudáfrica estaba arriba 16-1-, la VI Copa del Mundo de Rugby quedó en manos de los favoritos Springbocks que, tal como lo hicieran en 1995, alcanzaron toda la gloria de ser los mejores del planeta.