En estos días de fuego cruzado electoral no sólo están en discusión modelos relativos a la economía, la salud, la educación o la seguridad. El deporte, aunque lejos de ser un tema que traccione votos en cantidad, también está en la agenda de los principales candidatos a presidente.
Quedó claro esta semana, cuando en un acto en Mar del Plata Daniel Scioli anunció que el actual gobernador de Misiones, Maurice Closs, será el ministro de Turismo y Deportes de su eventual presidencia. Con esa presentación, Scioli se equiparó con Sergio Massa, quien ya había proclamado al ex tenista y director de la Agencia Córdoba Deportes, Agustín Calleri, como responsable de esa área. En ambos casos existiría una novedad sustancial: tanto el FpV como UNA elevarían la actual Secretaría, que depende de Desarrollo Social, a un rango ministerial.
En los pasillos del PRO, mientras tanto, reconocen que no tienen definido el nombre de quien ocuparía el máximo cargo deportivo a nivel nacional, y desestiman la idea de convertir el área en un ministerio en caso de que Mauricio Macri se convierta en presidente a partir del 10 de diciembre.
Con Playa Grande de fondo y recordando sus logros en la motonáutica, Scioli destacó que este nuevo ministerio “será un pilar fundamental” de su gestión y que “no hay presidente que pueda entender mejor” que él “la fuerza integradora del deporte”. Desde su entorno apuntan que quieren “incluir a los chicos a través del deporte, porque eso contribuye también a bajar los niveles de violencia, a luchar contra las drogas y a unir”.
En diálogo con PERFIL, Calleri hizo hincapié en que “el país necesita facilitarles el deporte a las instituciones que nos forman como personas”. Y sostuvo: “Debemos complementar el desarrollo con el apoyo a los deportistas a través de las federaciones”.
Desde Fundación Pensar, que se autodenomina como “la usina de ideas del PRO”, apuntan que, en caso de llegar a la Casa Rosada, trabajarán “para contribuir al desarrollo deportivo de élite, con una política a largo plazo que posicione a la Argentina en competencias regionales e internacionales”.
Desde el sciolismo, en cambio, celebran los certámenes deportivos y culturales domésticos, como Juegos BA o los Juegos Evita, “porque son los que producen la oportunidad de detectar talentos”. En ese sentido, en el PRO prometen “activar un fuerte programa de detección de talentos en colaboración con escuelas o clubes”.
La infraestructura. Calleri quiere replicar lo que hizo en Córdoba pero a nivel nacional: asegura que es vital construir pistas de atletismo, gimnasios y polideportivos a lo largo y ancho del país, y que también es necesario dividir el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) en dependencias regionales “para que esté más cerca de los deportistas y no tengan que viajar cientos de kilómetros para gestionar alguna ayuda económica”.
El PRO, en consonancia con esto, propone tres centros deportivos de alto rendimiento en el norte, el centro-oeste y el sur de la Argentina.
En el espacio de Scioli, ante la pregunta de este diario, recordaron que a partir de la creación del Enard los deportistas cuentan con “las herramientas y las condiciones necesarias” para abordar las competencias de alto rendimiento. Y agregan: “El Estado debe estar presente para acompañar a los deportistas y llegar a los lugares donde el sector privado no llega. Por eso, la articulación entre el Enard, el Comité Olímpico Argentino y el Estado es vital”.
Como sucede en otras áreas, la visión del PRO es opuesta a la del FpV, al menos en lo que respecta al rol del Estado. “Los objetivos son el posicionamiento internacional de la Argentina, la difusión de embajadores deportivos para estimular la iniciación y la relación con privados que colaboren”, precisó a PERFIL el equipo de Cambiemos que trabaja en esta área. Los últimos “embajadores deportivos” que trajo el gobierno de Macri, más que estímulos, generaron críticas: a fines de 2014, las visitas de Usain Bolt, las hermanas Williams y Rafael Nadal le costaron a la Ciudad siete millones de pesos.
Mas futbol para todos
Los tres espacios políticos con más chances de llegar a la Casa Rosada coinciden en que el fútbol de Primera División se seguirá viendo por televisión abierta. Pero el PRO y UNA quieren que tenga modificaciones: “Hay dos ajustes que se pueden hacer de inmediato: que deje de ser una herramienta política del Gobierno, y que se transparente el flujo de los fondos”, aseguraron desde el macrismo. Y agregaron: “Queremos que Fútbol para Todos sea parte de un proceso de modernización del fútbol argentino, con mejores estadios, menos violencia y más gente en las canchas”.
“Lo que propongo es no tener publicidad oficial del gobierno de turno, sino que el espacio sirva para que las empresas contraten publicidad. Así, promovemos un círculo virtuoso, ya que los recursos económicos que ingresen serán utilizados en el deporte; por ejemplo, en la creación de polideportivos públicos en todo el país”, detalló Agustín Calleri.
Desde el sciolismo, por su parte, fueron enfáticos: “Fútbol para Todos es un derecho del pueblo y no se volverá atrás. Por eso hay garantía absoluta respecto de su continuidad. De ningún modo se modificará la grilla federal e inclusiva, y la línea será avanzar en ese sentido para profundizar la inclusión a través de espectáculos deportivos”, remarcaron.