Después de un mal primer tiempo, Tigre apareció en su mejor dimensión durante la segunda parte y se llevó por delante a un Boca Juniors confundido. Transformó lo que era una derrota parcial en un 2-1 definitivo, que lo mantuvo en la lucha por el título y dejó a su rival sin posibilidades. Martín Palermo puso en ventaja a Boca y en el complemento Leandro Lázzaro y Martín Morel revirtieron el resultado.
En la etapa inicial el equipo de Diego Cagna perdió permanentemente la pelota, no tuvo espacios, no encontró su juego y tampoco lo salvaron las respuestas individuales. En el complemento apareció otro equipo, con Román Martínez haciéndose el dueño de la mitad de la cancha, con Lázzaro incontrolable y, además, con el quedo de Boca, que pareció sentir los dos días de desventaja en cuanto a la recuperación.
Boca se acomodó mejor al partido desde el principio. Manejó la pelota y explotó los espacios que quedaban por los laterales, ya que Tigre defendía con tres y los volantes externos no retrocedían.
Hugo Ibarra exigió a Daniel Islas a los 3 minutos con un remate largo que atajó el arquero, y a los 8 llegó al gol en una jugada bien armada entre Ibarra y el uruguayo Alvaro González. Ambos jugadores llevaron el balón por derecha, el uruguayo envió el centro, lo peinó Palermo, falló Morero y Palacio, de cabeza, la mandó nuevamente para el medio, donde Palermo conectó la pelota a la carrera para establecer el 1-0.
Boca controló el juego hasta pasado los 20 minutos, a Tigre le costaba armarse. El segundo pudo haber llegado con un tiro libre de Banega, a los 20, que dificultosamente rechazó Islas al córner, y a los 24, cuando Fabián Vargas remató desde 25 metros y sacudió el travesaño. En el último cuarto de hora, Tigre pudo juntarse más con la pelota y adelantarse en el terreno. La única situación de peligro la produjo a los 34, a través de un tiro libre de Rusculleda, que bajó Lázzaro, cabeceó Ereros y salvó Battaglia en la línea. Al cabo del primer tiempo la ventaja de Boca estaba ampliamente justificada, frente a un Tigre que por momentos pareció perdido.
Desde la reanudación, la actitud de Tigre fue muy diferente porque pasó a dominar el medio juego, se adelantó en el terreno y, por otra parte, entró en escena Lázzaro, quien antes había estado casi ausente.
A los 5 minutos se lo perdió Rusculleda, que remató muy débil a las manos de Caranta; a los 9 salvó milagrosamente Vargas cuando llegaba Galmarini para convertir, y un minuto después Ereros definió muy mal un mano a mano permitiendo el rechazo de Caranta. Boca no tenía salida. Banega, de buen primer tiempo, comprometía permanentemente el balón, pero a los 14 minutos le dio a Boca su única oportunidad, cuando a los 14 minutos, tras una buena acción, sacó un remate que se fue apenas desviado.
El empate llegó a los 25 en una jugada que tomó a Boca desarmado. Avanzó Ereros por derecha, su centro al corazón del área fue conectado por Morel, la pelota dio en un palo y el robote lo capturó Lázzaro para vencer a Caranta.
Todo siguió siendo de Tigre, que pasó a ganar en el minuto 31, con una muy buena acción de Morel, otro de los que apareció a pleno en la segunda mitad, que avanzó desde la mitad de la cancha, jugó la pared con Lázzaro, fue a buscar la devolución y definió con un zurdazo cruzado.
Boca no tuvo reacción y sólo un remate de Battaglia, desde afuera del área a los 41, exigió a Islas, quien resolvió la situación tirando la pelota al córner. Tigre fue el dueño absoluto de la tarde, consiguió la victoria que sus hinchas esperaban y desató una fiesta.
Miguel Angel Russo, en un breve contacto con la prensa, negó que su continuidad al frente del plantel xeneize tenga plazo fijo y afirmó que los "rumores" en ese sentido "le hacen mal al club".
"Los rumores no le hacen mal a Miguel Angel Russo, le hacen mal a Boca", fue el original razonamiento del entrenador, que pareció poner en un mismo plano su importancia en el club, con la del club en su vida.
"Yo no escucho rumores. A mí me interesa jugar y tenemos mucho por delante", aclaró. Russo también explicó la manera en que Boca afrontará el final del torneo Apertura -en el que ya no tiene chance de título- a raíz de las numerosas definiciones con escaso decoro que se registran en la última década el fútbol argentino.
"Vamos a jugar el final del torneo con toda la honestidad y con todo lo mejor que tengamos, con excepción de (Rodrigo) Palacio y (Sebastián) Battaglia (suspendidos por acumulación de amarillas)", aclaró. amplia". "Pero -agregó- en el segundo tiempo nos desesperamos y en diez minutos nos hicieron dos goles; y después nos desesperamos más. Lo que nos queda es mirar para adelante". Exactamente esa misma frase final había dicho tres dias antes en la cancha de Arsenal, luego del pobre papel de su equipo en Sarandí.
Esta es la síntesis del partido que Tigre le ganó por 2-1 a Boca Juniors por el torneo Apertura de fútbol:
Tigre: Daniel Islas; Santiago Morero, Alexis Ferrero, Juan Carlos Blengio; Martín Galmarini, Diego Castaño, Román Martínez, Sebastián Rusculleda, Martín Morel; Sebastián Ereros y Leandro Lázzaro. Director técnico: Diego Cagna.
Boca: Mauricio Caranta; Hugo Ibarra, Jonatan Maidana, Claudio Morel Rodríguez, Juan Krupoviesa; Alvaro González, Sebastián Battaglia, Ever Banega, Fabián Vargas; Rodrigo Palacio y Martín Palermo. Director técnico: Miguel Angel Russo.
Gol en el primer tiempo: 8m. Palermo (BJ). Goles en el segundo tiempo: 25m. Lázzaro (T), 31m. Morel (T).
Cambios en el segundo tiempo: 17m. Matías Giménez por Rusculleda (T), 27m. Pablo Ledesma por Banega (BJ), 32m. Nicolás Bertolo por González (BJ), 34m. Carlos Bueno por Vargas (BJ), 35m. Norberto Papparato por Morel (T), 42m. Nicolás Torres por Martínez (T).
Arbitro: Gustavo Bassi.
Cancha: Tigre.
Fuente: DyN