La derrota ante River Plate fue un disparador que puso sobre la superficie algunos problemas en la interna del plantel de Boca Juniors, que terminaron desnudando fallas de conducta de ciertos jugadores juveniles censurados por el entrenador, Miguel Angel Russo, lo que provocó una división generacional en el grupo.
De acuerdo a distintas fuentes que prefirieron mantener sus nombres en reserva, se puso de manifiesto un descontento explícito del entrenador con los jóvenes Ever Banega y Mauro Boselli, porque ambos fueron vistos en sendos boliches nocturnos en la noche posterior al superclásico.
Aparentemente, la consigna previa de Russo para todo el plantel había sido la de "guardarse" para evitar susceptibilidades respecto de la forma de "sentir la derrota".
Claro que esta reprimenda realizada por Russo delante de todo el grupo, que derivará en un "castigo" especialmente para el volante central, ya que más allá de estar suspendido por la expulsión ante River también sería marginado de partidos posteriores, también tuvo eco en los referentes.
Uno de los pocos que quedan, Martín Palermo, a la sazón el capitán, afirmó que no había que "echarle toda la culpa a Banega, sino también a aquellos que hacen penales tontos y a los que levantan la patita". Las referencias apuntaban al zaguero Gabriel Paletta y al enganche Leandro Gracián, no casualmente los últimos en sumarse a Boca esta temporada.
Justamente Palermo, apoyado en la ocasión por Hugo Ibarra, ya había tenido un cruce con ambos en Rosario, en ocasión del encuentro que Boca perdió 1 a 0 con Newell's. De acuerdo a allegados al plantel, los dos máximos referentes del plantel tomaron la voz cantante durante una reunión post partido para decirles a los más jóvenes que "para salir del mal momento" debían hacerle caso a ellos.
Cuando Gracián quiso opinar le dijeron que era "un recién llegado" y por lo tanto no podía dar su parecer todavía. Y a Paletta le censuraron su actitud de intentar calmar a los hinchas cuando se treparon al alambrado en la tribuna visitante del estadio de Newell's. "Eso solamente lo puede hacer Palermo", le avisó Ibarra al ex Banfield. Fue el primer cortocircuito entre el "Titán" y el defensor que llegó del Liverpool inglés.
El segundo tuvo lugar con posterioridad a estas manifestaciones de Palermo sobre "los que hacen penales tontos". Paletta es un chico de perfil bajo pero fuerte carácter y le hizo saber de su disgusto al delantero que quiere alcanzar el record goleador de Francisco Varallo.
La animosidad que aparenta tener Palermo para con el zaguero tiene que ver con su impresión de que es "un pichón de caudillo" al que la hinchada ya ovacionó. Y se sabe que el ex Estudiantes no quiere perder su liderazgo.
Claro que esto tiene más aristas filosas, porque además de estas cuestiones "de piel", Paletta también está disgustado con Palermo porque fue uno de los mentores de la salida del equipo de su amigo (eran compañeros en Banfield) Jesús Dátolo, en beneficio de Neri Cardozo y, por añadidura, otro referente como Sebastián Battaglia.
De esta manera el plantel está dividido por estas horas, aunque hoy lo desmintiera el hombre fuerte del fútbol del club, José Beraldi, entre "cóndores (los más viejos)" y "gorriones (los pibes y los que recién llegaron)", pero sin llegar todavía al nivel de los recordados "halcones" y "palomas", describió el informante.
Y otro jugador que también quedó marginado en los últimos encuentros fue el delantero uruguayo Carlos Bueno, "pero no tanto por sus actitudes belicosas dentro de la cancha", sino por "la forma en que llegó a Boca". El charrúa pertenece a la escudería del empresario uruguayo Francisco 'Paco' Casal, quien mantiene vínculos casi exclusivamente con River Plate.
Pero en este caso, según la misma fuente, el vehículo que habría encontrado Casal para colocar a su representado en Boca sería el "visto Bueno" de Russo. Y esto aparentemente no les cayó muy bien a algunos dirigentes y a los mencionados "caudillos" del plantel. Por eso también lo del citado episodio en Rosario.
"Cada cual hace su propia autocrítica. Personalmente, desde que perdimos con River no puedo dormir. Y me molesta los que lo toman a la ligera, despreocupadamente. El fútbol no es para cagones", fue la frase que enarboló ante la prensa un nuevo integrante de la selecta nómina de "referentes" que tiene este BOCA: el arquero Mauricio Caranta.
Fuente: Télam