Las transferencias de Fernando Gago y Gonzalo Higuaín al Real Madrid plantean un gran desafío a los ya ex jugadores de Boca y River. Y es ni más ni menos que esta posibilidad que se les abre de sumarse a la muy selecta lista de futbolistas argentinos que lograron destacarse en el que acaso sea el club más poderoso del mundo. Una institución que, por los muy buenos resultados obtenidos en el pasado con algunos hombres nacidos en estas pampas, suele poner muy alta la vara cuando de medir el rendimiento de un argentino se trata.
Efectivamente, después de lo hecho en los años ’50 y ’60 con la casaca “merengue” por Alfredo Di Stéfano (para muchos, el más grande jugador de todos los tiempos por lo que hizo liderando al Real en aquellos tiempos), las generaciones siguientes de argentinos se vieron obligadas a registrar un target de eficacia muy alto para ser apreciados por la afición madridista.
A partir de allí, incluso, casi todos los argentinos que recalaron en este club de la capital española debieron justificar rápidamente la inversión realizada, so pena de ser dejados inmediatamente de lado.
Así le ocurrió por ejemplo a Oscar Mas, aquel gran goleador de River en las décadas del ’60 y ’70, cuando el alemán Gunter Netzer era su compañero de equipo. A la sombra de la fulgurante estrella germana, el argentino tuvo un paso oscuro por el equipo 'merengue', y debió volverse al país después de apenas una temporada en el conjunto madrileño.
Algo similar le pasó a Oscar Ruggeri, considerado "el peor jugador” del equipo que en la temporada 89/90 del fútbol español obtuvo, con él como titular en la zaga, las tres competencias domésticas habitualmente en disputa en territorio ibérico: la Liga, la Copa del Rey y la Supercopa. Su compañero como defensor central de aquel equipo era el brasileño Ricardo Rocha, de reconocidas virtudes técnicas y que fue presentado, por contrapartida, como el defensor más destacado del plantel.
También duraron poco el ex Boca Juniors Walter Samuel y el delantero Juan Esnaider, que más o menos como ahora ocurre con Gonzalo Higuain, llegó muy joven a Real Madrid, luego de jugar apenas tres partidos en la primera de Ferrocarril Oeste.
Pero la personalidad y el don de gente también tienen un gran valor en la vida interna de Real Madrid, donde pesan en la consideración a la que es sometido un futbolista en dosis proporcionales a su juego.
Por eso, el mencionado Di Stéfano es "presidente honorario" de la institución, Jorge Valdano pasó de jugador a técnico y de allí a secretario técnico del club, y Fernando Redondo permaneció siete temporadas jugando como titular en la misma posición que ahora ocupará Gago, en una demostración de lo abiertas que pueden llegar a quedar las puertas de la entidad para un argentino que sepa demostrar lo que vale tanto dentro como fuera de las canchas.
También gracias a su personalidad y su pujanza el delantero Roberto Martínez sobresalió con la casaca “merengue” allá por la década del '70, al punto de llegar a integrar la selección española. Antes de irse a España, en cambio, este jugador era un perfecto desconocido para muchos, ya que apenas había lucido sin destacarse demasiado las camisetas de Nueva Chicago, un club de Mendoza, Unión de Santa Fe y Banfield.
Otros argentinos que hicieron historia en el Real fueron Héctor Rial, quien ayudara al club junto con Di Stéfano a obtener varias ediciones de la Champions League, y el arquero Rogelio Domínguez, también integrante de aquel gran conjunto de los ’50 y ’60.
Ya en los años ’70, en tanto, se destacaron, además de Martínez, Enrique Wolff y el marcador de punta Juan Carlos Touriño, llegado al club madrileño desde Quilmes sin mayores expectativas.
La lista de destacados se completa con los casos de Valdano y Redondo en los ’80, que sacaron lustre a una tradición que ahora, de la mano de Gago e Higuaín, pretende refulgir nuevamente con todo.