El Mundial de Rusia acaba de empezar pero ya tiene una de las fotos que quedarán en el recuerdo. En realidad, no es una sino tres, y las tres tienen el mismo protagonista: Cristiano Ronaldo. El portugués rescató ayer a su selección ante España con un abanico de talento y diversidad –penal, blef del arquero y tiro libre exquisito– que lo puso en los portales de todo el mundo. Ronaldo, el jugador que hace un gol y te vende un champú, como alguna vez lo definió Maradona, entró en una de las pocas galerías que le quedaban por cumplir: la de ser uno de los pocos futbolistas de la historia en anotar en cuatro mundiales. Solo lo habían hecho Pelé y los alemanes Miroslav Klose y Uwe Seeler. “Es una marca muy bonita, una más en mi carrera”, dijo con su habitual arrogancia.
Cristiano pudo haber sido el único héroe de una noche de ensueño en Sochi, pero solo una enorme España consiguió matizar algo el festival de la bestia portuguesa. Pese a eso, CR7 presentó sus credenciales para aspirar a ser la gran estrella del Mundial, a la espera de lo que hagan Lionel Messi y Neymar. “No somos favoritos, pero somos candidatos”, avisó el portugués, elegido como “el hombre del partido”, sobre las ambiciones de su equipo en Rusia. Por ahora, Cristiano extendió su ya impresionante historia individual con su primer gran partido en un Mundial, una de sus pocas deudas pendientes.
Sochi a sus pies. La noche arrancó de la mejor forma para el crack del Real Madrid, que disputó un primer tiempo magistral. El portugués rompió el partido desde el arranque. En su primera incursión en velocidad al área consiguió un penal tras falta de Nacho, que se encargó de convertir él mismo con un potente disparo a la izquierda del arquero español, David De Gea.
La falta fue dudosa pero no importó. Cristiano ya estaba en Rusia. Los primeros 20 minutos fueron un monólogo futbolero. En el minuto 16 inició un contragolpe con un brillante toque en primera y seis minutos después arrancó en una galopada que estuvo a punto de terminar en el segundo de Portugal.
Y después del empate y la arremetida de España, el portugués volvió a festejar con un tiro raso que se le escapó a De Gea. Luego, cuando parecía haber llegado la hora de España, la Bestia atacó de nuevo. La Roja parecía a punto de llevarse la victoria gracias a la remontada con los dos goles de Diego Costa y el tercero de Nacho, hasta que Gerard Piqué derribó a CR7 al borde del área en el minuto 87. Tiro libre y bombazo de Cristiano al fondo del arco.
“Si tienes al mejor del mundo, puede pasar eso”, celebró el técnico portugués, Fernando Santos. Una frase que hoy Lionel Messi y mañana Neymar intentarán replicar.