Con la presentación de Diego Maradona y Gerardo Martino con la camiseta número 8, Newell’s jugó el 7 de octubre de 1993 un amistoso en Rosario ante Emelec. En la tribuna, según recordó el viernes el periodista Ezequiel Fernández Moores en el diario El País, estaba Jorge Messi con su hijo Lionel, de seis años. Vueltas de la vida: ayer, en Oslo, Martino vio desde la tribuna cómo Messi, con un gol y dos asistencias, encabezó la goleada 7-0 del Barcelona –el equipo al que va a dirigir a partir de mañana– al Valerenga.
Martino y Messi (hijo) no se conocían. Lo hicieron recién ayer, cuando el entrenador se presentó ante los jugadores en el comedor del hotel en que se alojaba el equipo. Incluso compartieron una ronda de mates. Después, Martino desayunó con Jordi Roura y Rubi, los ayudantes de campo del ex entrenador del equipo, Francesc “Tito” Vilanova. Martino, sin embargo, no participó de la charla técnica. Ni siquiera viajó con el plantel al estadio.
Ya allí, vio el partido junto al director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta. Vio, en definitiva, cómo su nuevo equipo destrozaba 7-0 al Valerenga. En el primer tiempo, Roura puso en cancha al equipo A (sin, todavía, los jugadores que participaron con sus selecciones de la Copa Confederaciones –Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Dani Alves, Gerard Piqué y el mismísimo Neymar–, que se van a incorporar hoy a los entrenamientos). Ese equipo aplastó 4-0 a su rival en el primer tiempo, con goles de Alexis Sánchez, Cristian Tello, Messi y Jonathan dos Santos. En el segundo tiempo, Roura puso al Barça B (no al equipo B, sino al Barça B, que participa de la Segunda de España). Ese equipo marcó tres goles más a través del camerunés Dongou (dos veces) y de Román.
Martino va a debutar el martes, cuando el Barça se enfrente al Lechia, en Gdansk, Polonia (ese partido se había aplazado como consecuencia de la renuncia, de un día para otro, de Vilanova). El calendario no es benévolo con Martino: el martes, el amistoso en Polonia; el viernes, la Copa Joan Gamper, y, el sábado, el inicio de una gira de diez días por Israel, Tailandia y Malasia. A su vuelta lo espera Diego Simeone para la final de la Supercopa de España entre el Atlético de Madrid y el Barça.
Su Barça.
Mi amigo, el presidente de Paraguay
Gerardo Martino contó en TN que el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, lo había localizado gracias al presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes. “Rosell intentó contactarme, pero, al no conseguirlo, llamó a Cartes. Cuando me enteré de que me estaba buscando, no entendía qué pasaba”, relató Martino.
Cartes era el presidente de Libertad cuando Martino llegó a ese club en 2002. Después, Cartes, uno de los dirigentes más influyentes de la Asociación Paraguaya de Fútbol, lo llevó a dirigir a la selección de Paraguay.
Cartes y Rosell son amigos desde hace años; se conocieron cuando Rosell era el responsable de Nike para Sudamérica.