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Del Potro cayó ante un Nadal perfecto

En semifinales, el tandilense perdió 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2 contra el español, que casi no tuvo fisuras.

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Cara y ceca. Rafa dijo que fue su mejor partido en Nueva York. Delpo nunca se sintió cómodo en el duelo contra el español. | afp

No hubo caso. No había manera, al menos anoche, de ganarle a Rafael Nadal. El español no tuvo casi fisuras en su juego y superó con cierta holgura a Juan Martín del Potro. El resultado, que a veces es frío, esta vez fue bastante representativo de lo que pasó en las dos horas y 30 minutos que duró el partido: 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2. Nadal perdió el primer set, pero después activó una maquinaría imposible de detener para el tandilense.  

La derecha de Del Potro, como pasó en los últimos partidos y en los mejores momentos de su carrera, fue uno de los factores determinantes en los primeros tramos de la noche de Nueva York. Cuando el tandilense está fino con su drive, es difícil jugarle. Por más del que esté enfrente sea el número uno del mundo, como ayer Nadal; o el número uno de todos los tiempos, como el jueves Roger Federer.

Eso pasó en el primero: Del Potro estuvo fino, cosechó 12 tiros ganadores y tuvo un saque sólido: cuatro aces y una efectividad del 77% con su primer servicio. Del otro lado, Nadal no podía neutralizar, como sí haría más adelante, la potencia del argentino, que se llevó el parcial por 6-4.

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Pero a partir de ese momento, como si hubiera hecho un click, Nadal reaccionó: bajó al mínimo su índice de error (entre el segundo, el tercero y el cuarto set cometió diez errores no forzados, la misma cantidad que había cometido en el primero), neutralizó la derecha del argentino y empezó a avanzar en dos frentes: en el tenístico, y sobre todo en el anímico. Nadal desmoraliza: deja a los rivales en una intemperie psicológica. Eso quedó evidenciado en el 6-0 con que igualó el marcador.

El partido, entonces, entró en un tobogán para Delpo: perdió nueve games consecutivos, y aunque cortó la sangría en el cuarto del tercero, tampoco logró emparejar ese parcial: terminó 6-3. En 71 minutos, Nadal se llevó dos sets para ubicarse arriba en el marcador. El español configuró el duelo a su antojo: mejoró sus golpes, buscó variantes (muchos drops se transformaron en puntos) y prevaleció en los puntos largos.

En el cuarto, a pesar de que Del Potro intentó seguir en el partido, Nadal volvió a mostrar todo su repertorio y su fortaleza mental. La perfección del español generó que Del Potro tuviera más errores y hasta que su saque empezara a flaquear: concretó apenas un ace y no pudo ganar ninguno de los puntos con el segundo servicio. No hubo manera de salir del laberinto. Nadal festejó. Delpo debió conformarse con haberle hecho algo de fuerza.